[Eriol T. Harlaown] Gokú: Icono de la cultura pop

Hola a todos. La columna de este mes viene a tono con la euforia que se ha vivido en torno a una de las franquicias mas conocidas del mundo del anime. Nos referimos a Dragon Ball Z.

Esta sensación de ansiedad ha sido provocada por el estreno de la nueva película de esta franquicia conocida como “Dragon Ball Z: Battle of Gods”, la cual ha copado las noticias tanto de esta web como de otros medios asociados tanto al fandom mismo de Dragon Ball como incluso de medios periodísticos. Sin embargo, nuestro enfoque se profundizará en el protagonista de esta historia, un guerrero saiyajin criado en la tierra y que ha protagonizado peleas que se han transformado en leyenda. Nos referimos a Gokú.

¿Qué elementos han permitido convertir a este personaje en una especie de ícono identificatorio de un segmento de los fans del anime? Hoy este personaje se ha convertido en algo tan trascendente e incluso en un símbolo contra algunas otras tendencias que se han suscitado principalmente en las redes sociales. También se ha convertido en una especie de ícono para algunos que no son fans de la animación. En pocas palabras, Goku se ha convertido en el logotipo del fandom de los seguidores de la animación japonesa.

Mas allá de la animación:

No hay que detallar muy a fondo el gran impacto que tuvo la serie en los canales de televisión en los que fue emitido. Por lo menos en mi país, han pasado más de 16 años desde el estreno de Dragon Ball por MEGA y 15 años desde la primera exhibición de “Dragon Ball Z” y la serie se sigue recordando con mucho afecto no solo por los seguidores de la animación japonesa, sino también por personas que a pesar de no seguir el genero, les ha marcado una parte importante de su infancia. Podemos verlo en las calles, videos, parodias, menciones, chistes, proyectos bizarros, etc. Gokú puede estar presente incluso en memes ironizando acerca de las mil y una situaciones raras y cómicas no detalladas explícitamente en la serie.

Sin duda esto también se ha arrastrado a la terminología usada en la serie de televisión por parte de situaciones experimentadas por personajes secundarios de la serie. Aquellas que hablan chistosamente de un Yamcha débil y perdedor, un Krillin que muere una y mil veces, un Vegeta que de príncipe orgulloso pasa a ser un marido sometido, etc. Todo esto es efecto de una popularidad que se ha mantenido 15 años después de haber pasado en la pantalla chica y que sigue cobrando vigencia a pesar del frustrante paso de Dragon Ball Z Kai por Cartoon Network, con la complicidad de la Toei de Lucio.

Esta popularidad se ha traspasado incluso a personalidades famosas, principalmente del mundo del deporte. El caso mas emblemático fue el del futbolista argentino Diego Rivarola, quien por anotar un gol en un Superclásico chileno jugando por el club Universidad de Chile, al quitarse la camiseta mostró una polera con la figura estampada de Gokú. Desde ese momento, la prensa chilena le dio el apodo de Gokú, el cual adoptaría hasta su retiro de las canchas.

Gokú versus Bieber

En el último tiempo se ha suscitado una de las rivalidades más candentes en las redes sociales respecto a fanáticos de algún artista o género. En el último tiempo en Twitter han estado apareciendo tendencias generalmente molestas respecto de artistas que por hacer un solo movimiento en su cuenta, sus seguidoras comienzan una cadena de posteos en muchos casos sin sentido que causa que aparezca una tendencia indeseada para muchos de los no fans. Este caso lo ha reflejado las seguidoras del cantante canadiense Justin Bieber.

En muchos casos la molestia de los no fans en la citada red social se ha manifestado principalmente porque estas personas actúan en muchos casos como “spamers” indeseadas que eclipsan temas mucho más importantes para la contingencia del momento. En algunos casos, las “Beliebrs” mas radicales, han suscitado ataques mediante insultos a varias personas solo por el hecho de mostrar su discordancia. Este tipo de fans denotan su sesgo incluso hasta el punto de exhibir fotografías en sus avatares muy poco afortunadas de su ídolo, como por ejemplo, exhibiendo una cara de estar completamente drogado.

Sin embargo, un grupo de fans de DBZ han hecho sentir su peso en redes sociales como Facebook, en las cuales a través de memes han logrado hacer algo de peso a la fanaticada del cantante. Algo que ha traído rivalidades y en algunos casos la indignación declarada de parte de las “Believers”.

Aquí se pueden ver algunos casos en donde las fans del cantante expresan no solo su molestia con el personaje, sino también su desquite con otros seguidores de destacados deportistas y actrices:
En los últimos años se ha desatado una verdadera guerra de ídolos en la cultura popular. Discordancias que llegan incluso a discusiones de lo más absurdo han llevado a convertir como tendencia diversas guerras entre fanáticas. En muchos casos se dan ejemplos de liderazgos poco sanos que llevan a que estas fanáticas como reacción realicen actos reflejo como raparse el cabello, ello tomando como ejemplo una broma del tablón de imágenes 4chan al mencionar que Justin Bieber sufría cáncer, lo que llevo a varias de sus fanáticas a raparse el cabello, siendo que en realidad la información era falsa.

Es muy contraria la sensación que deja Gokú en el público. El personaje en sí y forjado por las peleas que libra, da la sensación de entregar protección, que es una mano que te da para superar inconvenientes e incluso lograr imposibles. Hoy en día esta marca ha permanecido por mas de quince años en las memorias tanto de los fans declarados de la serie, especialmente por aquellos que si bien no siguen el género del anime, lo recuerdan como un pedazo de sus vidas, aquellas que hablan de llegar a casa después del colegio, prender el televisor y ver su serie favorita en las tardes antes de la “once” o de la cena.

Pero quizás lo más importante de esto, es que en varios casos, los seguidores de la franquicia han sabido llevar este cariño por el personaje, hasta el punto de transmitirlo a sus generaciones futuras de una forma correcta. No sabemos hasta que punto perdure el fanatismo de las fans de Bieber, pero de algo si es seguro y ha pasado anteriormente con otros ídolos juveniles: Tarde o temprano se terminan convirtiendo en productos desechables, e incluso reemplazables por otro de turno. Con Dragón Ball (y otras franquicias como Pokemon, Digimon, Sailor Moon y Saint Seiya) ello no ocurre.

Cuidado con los extremos

Todos conocemos del gran éxito y a la vez la gran influencia que ha traído Dragon Ball Z a los seguidores del género del anime, pero también, conocemos de casos en donde se tiñe de mala manera su éxito.

Es sabido de la marca que dejó la serie en los fanáticos, pero también es conocido el hecho que la glorificación a Dragon Ball Z por parte de un segmento de fans ha provocado que se menosprecien otras franquicias o series que si bien han estado a la altura de su historia y han sabido ganar éxito, terminan por ser incluso víctima de las odiosas comparaciones, en algunos casos, bastante destructivas.

Pasó en su momento, cuando Dragon Ball Z y Sailor Moon tenían un éxito arrollador en su época. El hecho de considerar esta última como una serie del perfil para el público femenino fue una causal para las burlas de los fans de las sagas de Son Goku. Expresiones como: “Si ves Sailor Moon entonces eres una niña” o “Viendo Sailor Moon terminaras jugando con muñecas” fueron de las tantas frases cargadas de ninguneo y desprecio por parte de los mal llamados fans de la franquicia de Akira Toriyama.

Esta situación se ha extendido hasta nuestros días, en donde se puede apreciar la odiosa comparativa entre la animación actual y la anterior. Afiches como estos han cumplido el cometido de enardecer las redes sociales entre fans de algunas series actuales y los de DBZ:
En mas de alguna ocasión se ha comentado en esta web acerca de cómo se van formando roces producto del conocido “fanboyismo” que lleva a la formación de conflictos como por ejemplo “Esta serie es la mejor del mundo” “Esta serie es la mejor de la historia” “Esta serie es para verdaderos hombres”, etc. En muchos casos, estos fanboys calificados en algunos casos como “Dragonballeros” se cierran a la existencia de aquellas historias que salen del círculo de su serie favorita, armándose conflictos innecesarios con respecto al fan de la animación que gusta de otros géneros de la actualidad. Al igual que el caso anterior, se forman estigmas innecesarios respecto a fans de otros géneros dentro de la misma animación japonesa. Como generalmente menciona mi buen amigo Tom Maneiro, estos tipos fanáticos que descalifican a otros se les pueden calificar como unos meros “Fantards”.

Más allá del tiempo que pase, Gokú se ha transformado en un referente. Es indiscutible el aporte que ha hecho a la masificación del género de la animación japonesa en los últimos 15 años en nuestro continente. Si bien puede ser criticable el hecho que ha eclipsado en ciertos términos a otras grandes obras de la animación japonesa que a nivel mundial sirvieron de norte al éxito y masificación del genero (Space Battleship Yamato, Macross, Gundam, Akira, otros), no hay que discutir el hecho que Dragon Ball Z ha conseguido abrir camino a que la gente que no conoce el género de la animación oriental pueda poco a poco descubrir varias de sus virtudes en términos de entretenimiento, vital para el posterior éxito comercial.

Hoy en día se extraña la falta de impacto en la exhibición de animaciones producto del desinterés de las televisoras y la mala gestión de las distribuidoras. Hubo una oportunidad con “One Piece” pero al final terminó convertido en un fraude. Mas allá de las críticas que se pueden hacer a la serie en su conjunto, no quedan dudas, Dragon Ball Z contribuyó a popularizar el género, incluso fuera de la animación.

Y finalizo esta columna con una curiosidad, este video que en los últimos días se ha estado viralizando en la red. Nos vemos en otra ocasión.