[Eriol T. Harlaown] World Masterpiece Theater: Cuarenta años de literatura hecha animación

"Desde la risueña y antigua ciudad de Maienfeld parte un sendero que, entre verdes campos y tupidos bosques, llega hasta el pie de los Alpes majestuosos, que dominan aquella parte del valle. Desde allí, el sendero empieza a subir hasta la cima de las montañas a través de prados de pastos y olorosas hierbas que abundan en tan elevadas tierras". Johanna Spyri.

Esta descripción corresponde al comienzo de la obra “Heidi” de la citada autora haciendo referencia a la tierra que le hizo inspirar su libro más famoso escrito en 1879. Paisajes donde se confunden el verde de los arbustos y los arboles con el blanco de las nieves y los glaciares. Tierras que comienzan desde los suelos imponentes de las tierras Suizas, Francesas y Alemanas, que tienen su punto más alto en el imponente Montblanc. Los Alpes, el gran símbolo de la Europa Central es el testigo de una historia que tendría como protagonista a una niña huérfana que se ve obligada a irse a vivir con su abuelo luego que su tía quien la cuidaba en ese momento se va a Frankfurt por temas de trabajo.

Esta historia que terminó un día 29 de Diciembre de 1974 por las pantallas de Fuji TV representa una más dentro de un espacio dedicado íntegramente a aquellas animaciones inspiradas en obras literarias. Series que en Japón marcaron a cuatro generaciones de familias y que de algún modo, consagraron al estudio Nippon Animation dentro de los líderes en el ámbito. El World Masterpiece Theater fue entre 1969 y 2009 el bloque animado más importante del país del sol naciente.


El inicio: “Calpis Comic Theater”.

La historia de este contenedor infantil se remonta a principios de 1969 bajo un particular nombre: el “Calpis Comic Theater”, un bloque que fue concebido como una versión japonesa del célebre “Hallmark Hall of Fame” de la televisión de los Estados Unidos, pero hecho a base de animaciones. El nombre del bloque se derivó de su principal patrocinador,  la empresa de alimentos Calpis, cuyo producto más popular es una particular bebida refrescante con el mismo nombre. 

Por dicho bloque circularon proyectos animados de varios estudios de animación, que tuvieron como punto de partida la serie animada “Dororo to Hyakimaru” (o simplemente “Dodoro”) animada por el estudio Mushi Productions, de propiedad del gran referente de la animación japonesa, Osamu Tezuka. Llama la atención que la obra está basada en un comic escrito por el propio Tezuka, algo de lo cual no guarda relación con lo que vendría más adelante.

El contenedor continúa con la emisión de series las cuales van alternando también otros estudios de animación. Después de Dodoro, vendría en 1970 “Moomin”, una serie que al contrario de la anterior si estuvo basada en una obra literaria, en este caso escrita por el cuentista finlandés Tove Jansson, y que fue animada por el estudio Tokyo Movie Shinsha (Actualmente TMS Entertaiment) pero solamente hasta el episodio 26 de la serie, la que posteriormente sería terminada por el estudio del maestro Tezuka. 

En 1971, Mushi Production continuaría haciéndose cargo de los siguientes proyectos posteriores a Moomin. Fue el caso de “Andersen Monogatarí”, la que abrió en el bloque la tradición de extender la serie durante todas las semanas dentro del año, desde el primer fin de semana de Enero, hasta el último de Diciembre. Algo que continuaría su sucesora en 1972, “NewMoomin”, serie que cerraría la etapa del estudio dentro del espacio. 

A partir de Enero de 1973 comenzaría una nueva etapa del bloque, esta vez a cargo del estudio de animación Zuiyo Eizo, quien se haría cargo de la serie “Yama Nezumi Rokkī Chakku”. Tal vez no la reconozcan a través de este rebuscado título, pero les sonará más familiar saber que en nuestro continente fue conocida como “Las Fábulas del Verde Bosque”. Al año siguiente Heidi tomaría su lugar, para iniciar el año 1975 con importantes cambios: El contenedor cambia su nombre por el de “Calpis World Masterpiece Theater” y el estudio Zuiyo Eizo, se renombra como Nippon Animation. Bajo ese título el espacio continúa ininterrumpidamente hasta 1997.


Los clásicos que llegaron al continente.

Si bien no todas las series del espacio emitido exclusivamente por Fuji TV llegaron a Latinoamérica, una cantidad no menos importante de títulos lograron difundirse a través de los canales de televisión de cada uno de los países durante la década de los ochenta y los noventa. Y si bien Heidi, que contó con la dirección de Isao Takahata fue la historia que logró por antonomasia conquistar a varias generaciones de niños en nuestro continente, existieron otras que no pasaron para nada inadvertidas.

El gran ejemplo de ello fue la historia de “Marco. De los Apeninos a los Andes” exhibida en Japón en 1976, la que generó un gran revuelo por las andanzas de este niño quien cruza todo el Océano Atlántico en busca de su madre, quien parte a Argentina en busca de una mejor oportunidad laboral en el emergente continente americano. La historia basada en la novela “Corazón” de Edmundo de Amicis aún es recordada por aquellos que hoy están cerca de llegar a los 40 años de edad, los cuales han tratado de transmitir a sus hijos las andanzas de Marco y su mono Amenio.

Pero no solo el niño aventurero italiano y la alegre niña alemana visitaron el continente: Desde el antiguo Calpis Comic Theater recibimos la visita de Burbuja y Bingo quienes contaron las historias de Hans Christian Andersen a través de Andersen Monogatari. Para que decir de los animales del Verde Bosque los cuales conocimos a través del opening interpretado por Memo Aguirre. 

Las historias emotivas continuaron a través de Perrine (1978), una niña de padre Francés y madre hindú quien al perder a esta última, viaja Francia en busca del único familiar vivo que tiene. Un abuelo de carácter huraño y malvado que se resiste a aceptarla y que después de muchos esfuerzos logra conseguir su cariño. 

Pero no todo lo del World Masterpiece Theater puede ser drama. El humor y la entretención se cuelan a través de la obra cumbre de Mark Twain “Las Aventuras de Tom Sawyer” (1980) donde vemos a Tom y Huck viviendo un sinfín de aventuras y travesuras. Muy conocido es de esta serie el ending que es considerado como un símbolo de nostalgia para aquellos que alguna vez disfrutaron viéndola: Ese en donde Tom y Huck corren por la ribera del rio Mississippi persiguiendo un tradicional barco a vapor de la época.

Y de este modo podemos seguir sumando series: La Familia Robinson (1981), Mujercitas (1987), Las Aventuras de Peter Pan (1989) y Sonrisas y Lágrimas (1991) fueron otras historias del bloque que alcanzaron a difundirse en nuestro continente y hasta el día de hoy son recordadas.


El Declive.

El bloque transcurrió con éxito dentro del canal Fuji TV durante la década de los ochenta. Series inolvidables y de gran éxito para los japoneses como “Ana de las TejasVerdes” (1979), La Princesa Sarah (1985) y Pollyana (1986). Sin embargo, como todo cuento que uno lee, no todo es eterno.

Durante la década de los noventa se hizo difícil al canal hacer sostenible el bloque, producto que a esas alturas no contaba con un patrocinador del cual recibir recursos principalmente por hacer uso de la marca en el espacio, el que estuvo patrocinado hasta 1993 por la compañía House Foods. Desde ese momento las series del bloque comenzaron a acortar su duración a 26 episodios, llegando a un momento en donde el canal decide hacer una pausa indefinida terminando el año 1997. En ese momento la última serie emitida fue “Remi, La Niña (!) Sin Hogar” basada en una obra del mismo creador de Perrine, Hector Malot.

Tras una pausa de nueve años, el bloque reaparece en las pantallas de Fuji TV con la serie Shoujo Cossette, basada en la novela “Los Miserables” de Victor Hugo. Sin embargo, esta reaparición solo dura tres años. El bloque vuelve a cesar sus entregas de animaciones el año 2009, esta vez con una precuela de “Ana de las Tejas Verdes” a raíz de su treinta aniversario de ese momento. “Ana antes de Tejas Verdes” fue la última serie exhibida por World Masterpiece Theater antes de entrar en un nuevo receso indefinido el cual dura hasta el día de hoy, sin saber si existirá un regreso.


El Legado.

Hace tres años atrás, en una columna donde hice referencia a la conjunción entre animación y literatura llegue a la siguiente conclusión:

“Resulta indiscutible que la lectura es algo sumamente irremplazable, y para alguien que se encuentra en la edad de los cinco o los seis años, eso se va gestando poco a poco a través del viejo silabario. Pero, siempre va a ser bueno un pequeño empujón que sirva como referencia a nuestros niños a descubrir grandes historias animadas, para más tarde, estos puedan descubrirlas a través de la literatura”.

A través de estas animaciones se vio la importancia y el respeto de lo que es “ver”. Y aquí viene la importancia de los bloques animados en canales de televisión que hacen uso de una señal pública concesionada por el estado: la obligación de entregar cultura a través de la animación como una herramienta de aprendizaje adicional y alternativa. Algo que en mi país, los canales no están haciendo.

En una época donde la televisión se encuentra en crisis y envejeciendo, siempre va a ser bienvenido cualquier proyecto cuyo fin, además de la entretención, sea el aprendizaje. No por algo este aparato se concibió en los años 50 en las escuelas de ingeniería de las distintas universidades.

Pero volviendo al tema, el bloque en referencia ha tenido gran impacto en el público japonés. Tanto que hoy en día muchas de estas series se encuentran difundiendo en otros canales de televisión distintos a Fuji TV en espacios animados dedicados para el público infantil. Y a pesar que el momento que actualmente vive Nippon Animation es muy lejano a lo que fueron sus mejores tiempos, siempre exhibe con orgullo en su logo la imagen de dos personajes provenientes del World Masterpiece Theater, mirándose entre ellos en el horizonte: Ese en donde Ana Shirley se dirige con sabiduría y respeto al pequeño mapache Rascal.

Hoy en día hacen falta más letras hechas dibujo. Y pienso que el citado estudio de animación también se dio cuenta de ello. Tal vez en unos cuatro años más podamos ver nuevamente este bloque al aire con alguna nueva historia, o una extensión de otra ya producida. En una de esas, quizás nos vuelvan a sorprender con la magia de esas historias que se extraña, pero que gracias a la tecnología de hoy en día se pueden volver a disfrutar mediante el streaming. Vivamos, disfrutemos, compartamos y redescubramos cada pieza maestra de este legado hecho desde Japón para todo (o casi todo) el mundo.


(!) Nota del autor: En la serie de 1997, la producción de Nippon Animation opto por cambiar al personajeprincipal de la serie (Remi) haciéndola una niña, a fin de evitar conflictos con TMS Entertaiment quien produjo la serie “Remi” veinte años antes y que conocimos en la década de los 80 y 90.