[Eriol T. Harlaown] La Desaceleración de Sailor Moon Crystal

"La luna vino a la fragua con su polisón de nardos. El niño la mira, mira. El niño la está mirando. (...) Dentro de la fragua lloran, dando gritos, los gitanos. El aire la vela, vela. el aire la está velando.", Federico García Lorca (Romance de la Luna).

Desde que se anunció en 2012 el reestreno animado de Sailor Moon, luego de haber pasado veinte años desde el comienzo en Japón de la serie animada que se transformaría en un fenómeno a nivel mundial, el entusiasmo entre los fanáticos se encendió cual llamarada de Sailor Mars. Y es así. Mucha fue la expectación a nivel mundial del estreno de la serie “Sailor Moon Crystal” mediante streaming que se vivieron verdaderas vigilias a la espera del primer episodio de la serie animada.

Pero algo ha sucedido que de un fervor inicial por esta nueva versión hecha en base al manga de Naoko Takeuchi, se ha pasado en ciertos casos a una completa decepción. Y muchos son los factores que influyen en esto, que si bien no podemos calificarlo como fracaso, si resulta ser una instancia preocupante producto que este fenómeno que se ha vivido en torno a la serie ha ido poco a poco moderando y a estas alturas, podemos decir que ha desacelerado su marcha.

Para esto desmenuzaremos algunos factores que según mi parecer, son los que ha llevado a que una de las franquicias favoritas de quien escribe ahora, viva este incierto momento que ha repercutido en el número de visitas que registra su exhibición mediante los sitios oficiales de streaming. Factores que han llevado a que la serie haya reducido su público entre el lanzamiento del primer episodio y los más recientes de la serie, hoy en el arco argumental de Black Moon.

Fallos en la Animación


Una de las cosas que prometió la serie fue una animación completamente ajustada a los diseños hechos por Naoko Takeuchi en 1992 cuando se lanzaron las ediciones del manga a través de Nakayoshi. El propósito fue recrear la serie ciento por ciento ajustada a la obra y sin los rellenos de la serie original (muy buenos por cierto) y con las historia contada en ella.

El resultado del primer episodio para quien escribe fue sublime. Un verdadero reencuentro que en mi familia supo reunir a dos generaciones de fans: Los que vimos la serie animada en su momento más exitoso entre los años 1996 y 1999 y los que recién conocieron las historias de Usagi Tsukino (Serena) en el último tiempo y que terminaron encantados con sus aventuras.

Sin embargo, todo este buen augurio se nubló tras el episodio número tres de la serie, en donde se evidenciaron las graves fallas en la animación, las que terminaron siendo corregidas en la edición bluray de la serie. Cosa que se repetiría en los episodios posteriores.

No obstante, más allá de la existencia de estos problemas, el asunto que molesta a los fans de la serie es el trabajo final de los animadores teniendo quince días (y más en algunos meses) para el desarrollo de un trabajo que se prometió sería de joyería. Dicha molestia se incrementa aún más cuando se divulgaron las diferencias de animación de la versión original en streaming con el lanzamiento en bluray. Una maña habitual de parte de las productoras japonesas que busca el incentivo a la compra de esta versión solo para obtener el valor agregado de la “mejor calidad” de la animación y que generalmente es usada en animación de tipo seinen.

Un acelerado ritmo en los episodios


El propósito de esta versión es entregar una animación ajustada al manga original, pero adaptada a los tiempos de hoy. Por poner un ejemplo: No por algo en el episodio dos se puede ver a Usagi usar una laptop ultrabook o computadores más modernos dentro del instituto para genios donde asiste Ami. Licencias dentro de la historia que desde luego, dan sentido dado los tiempos actuales que vivimos.

Sin embargo, se ha dado dentro de la serie, y principalmente en el final del arco de Beryl que la historia se trata de acelerar, quizás con la intensión de apurar el tranco de la saga. Desconozco en lo absoluto si ello es para ir en conjunto con el ritmo del manga en cuanto al número de publicaciones, pero la impresión que esto me deja es que se fuerza el ritmo de la serie, hasta ciertos puntos en donde se quita la emoción en algunas escenas de alto climax, algo de lo que profundizaremos en el siguiente punto.

¿Acaso será exclusivamente para terminar la serie en 24 capítulos, tal como Toei Animation lo tenía planificado? Si nos vamos al detalle del manga, el arco de Beryl abarcan los actos del 1 al 12. Comparado con el anime, este mismo arco duró hasta el episodio 14. Esto nos permite dilucidar que el ritmo de la serie en términos de episodios no es el mismo del manga, lo que nos permite –en parte- descartar que exista alguna rigidez obligada entre ambas versiones. Es mas, al parecer, existe margen de parte del staff de animación para alargar mas el contenido la serie sin salir del canon original del manga.

Algunos momentos carentes de emoción


Este punto esta intrínsecamente relacionado con lo visto anteriormente, y es que es consecuencia directa de apurar la trama de la serie. Quizás el ejemplo más notorio es en el episodio doce, en pleno enfrentamiento de las Sailor Senshi contra los protectores de Endimyon, en donde la despedida de estos últimos fue quizás lo menos emotivo que personalmente he visto dentro de la misma serie.

Y ojo. Dentro del nuevo arco de Black Moon pude percibir lo mismo mientras eran secuestradas cada una de las Sailor Senshi al final de cada episodio, situación que termina haciendo predecible lo que ocurrirá al final de los capítulos posteriores de la serie. También es algo que pude percibir cuando Sailor Moon hace uso de sus poderes, como por ejemplo, el legendario halo de la princesa.

Transformaciones de las Sailor Senshis y uso de animación computarizada


Este punto ha sido objeto de crítica de parte de algunos fans de la serie, aunque no es algo de lo cual comparto en completo con ellos, a pesar que siempre me he mostrado en una posición crítica ante la computarización de algunas series, principalmente del pasado.

Si bien la serie rescata las transformaciones de las Sailor Senshi de la clásica animación de 1992, me atrevo a decir con el riesgo de crítica a mi parte que se ha bien logrado ese aspecto al llevar con las nuevas herramientas tecnológicas en animación las transformaciones de las guerreras, dentro de una serie en su mayoría animada de modo tradicional. No olvidemos que un sinfín de series de anime de distintos estilos hace uso de esta herramienta.

Una audiencia que no acompaña


Cuando la serie inició, la efervescencia inicial fue tanta que en dos días el primer episodio ya había registrado más de un millón de visualizaciones solo a través del portal Nico Nico, sin contar las visualizaciones a través de Crunchyrrol y las visitas en sitios no oficiales (o mejor dicho ilegales).

Hoy el panorama es completamente opuesto a lo visto inicialmente. Desde el segundo episodio, las visualizaciones han caído literalmente en picada, tanto que hasta el episodio doce de la serie (uno de los más importantes) ya que representa uno de los momentos clave del arco del “Reino Oscuro”, solo registró 146.314 reproducciones. Casi diez veces menos visualizaciones respecto al primer episodio.

¿A qué se debe esta baja? Obviamente los factores señalados anteriormente son relevantes para atribuir esta baja en la audiencia, aunque muchos también pueden atribuir este hecho a la piratería. Sin embargo, las estadísticas de visita muestran una evolución negativa en la audiencia de la serie, con la sola excepción del episodio ocho en donde se ve un leve repunte. Pero el hecho indesmentible es que la serie no está pasando por el mejor momento y eso se puede notar en el fan latino de la serie.

Algo para la reflexión

En una ocasión me toco conversar este tema con un fan de la serie quien no ocultó su descontento por esta versión y su opinión era tajante. Para él, la nueva serie no tiene la magia que tuvo Sailor Moon originalmente en 1992, y esto puede hacerse tangible en varios fans de la serie que han renunciado a seguir viéndola, ya sea por los elementos expuestos en esta columna como por otros distintos.

Respecto a ello, recurrí a otra fan de toda la vida de la serie, pero mucho más cercana a mi persona. Al consultar este tema a mi hermana ella mostró una opinión muy distinta al respecto, mencionando que: “En momentos como estos aparecen los verdaderos fans de Sailor Moon” y que “Más allá de los defectos que tiene esta versión, hay una obligación de parte del seguidor y es la de hacer el esfuerzo de contribuir con el éxito de esta”. Algo sumamente razonable ya que es algo que ha sucedido en muchas ocasiones en esta web en que se hace un llamado a contribuir al éxito de alguna edición en video o exhibición de algún material en cines o en televisión de nuestro entretenimiento favorito.

Pero más allá de lo que puedan opinar los fans, es evidente que la serie ha tenido los problemas que han repercutido en una merma de su audiencia y el primer punto ha sido el objeto decidor que ha revelado ese descontento ante la promesa de una animación de lujo, tal como lo ha requerido la autora de la obra. Sumado a los problemas de guion y desarrollo de la serie, podemos decir algo concluyente respecto a “Sailor Moon Crystal”: La serie ha sido víctima del proceder actual de los estudios de animación que la han puesto como una más dentro de muchas que se exhiben dentro del espectro, más allá de todo lo especial que representó en algún momento a todos los que la conocimos en su mejor época donde quedamos cautivados con las historias de Usagi, Ami, Makoto, Rei y Minako, sumando a las otras Sailor Guerreras que empezaron a aparecer con el desarrollo de la historia. Y es que en verdad, no puede ser que una franquicia símbolo de éxito y veneración sufra los defectos antes mencionados.

A pesar de todo esto, no he dejado de seguir la serie cada quincena, tal vez por el gran cariño que siento por Usagi y las Sailor Senshi. Tanto usted como yo hemos experimentado este sentimiento por la serie en su momento de mayor apogeo, pero más allá de los problemas que hoy en día experimenta esta nueva versión, ello no significa que tenga que dejarla de lado o que se generen conflictos por el comparativo de lo que fue en la década de los noventa. Más allá del actual inconveniente que experimenta esta animación, lo cierto es que Sailor Moon ha sabido trascender como una de las animaciones más recordadas por toda una generación que ha sabido valorarla. Este hecho es algo completamente indesmentible y por algo, tanto tu como yo, siempre llevamos a Usagi (o Serena) y a todo su grupo en una parte de nuestros corazones puros, que han representado en su momento un espejo de nuestros propios sueños y que han sembrado semillas estelares en los nuevos fans de la actualidad que la han conocido en estos últimos años.

Nos vemos en otra ocasión.