[Eriol T. Harlaown] Dragon Ball Super: ¿Es posible seguir sacando jugo a esta naranja?

“Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate”. Thomas Carlyle.

Es sin dudas lo más sorpresivo del año y a la vez lo más esperado de los últimos meses. Una nueva animación para la historia de Akira Toriyama vió la luz durante la presente temporada en Japón generando una gran expectación tanto en el público japonés como en el de cada rincón de este planeta. Y es que una nueva aventura para el que es a estas alturas un icono de la animación volvió con un título no muy original, pero que más allá de ese detalle, se espera algo diferente a lo visto en sus historias anteriores. Se trata de Dragon Ball Super, la nueva animación de Toei Animation y a la vez, el nuevo manga del citado autor.

Las sorpresas en torno a la franquicia comenzaron desde el lanzamiento de la película “La Batalla de los Dioses” y de ahí las informaciones en torno a la serie no se han detenido. Más atrás hubo un intento de re digitalización conocido por todos como Dragon Ball Kai, que tuvo buenos resultados en Japón, pero desastrosos en varias partes del orbe incluyendo nuestro continente. Pero más allá de esto, hay algo que es indesmentible: La serie sigue dando que hablar.

Sin embargo, y tal como lo manifesté en mi columna anterior, este reestreno deja más suspicacias que certezas provenientes de la nueva política que ha adoptado Toei en torno a revivir a como dé lugar los clásicos. Y esto último se corrobora de acuerdo a varias confesiones por el mismo autor de la obra referentes a que la serie debió haber terminado hasta cierto punto de la misma. De ser cierto eso, podemos formular la siguiente pregunta.

¿Por qué la obra continúa con una nueva animación?

A partir de esta última pregunta las dudas se abren como un extenso abanico. Y no son dudas inventadas o injustificadas. Veamos con calma algunas cosas llamativas al respecto.

En primer lugar, Dragón Ball Z debe ser una de las pocas series animadas conocidas en donde el villano principal (Freezer) es derrotado casi en el primer tercio de la obra, algo que muy rara vez se ve en cualquier aventura en donde la situación se da obviamente al final, y de ello podemos ser testigos en varias series animadas en donde lo hemos visto. Incluso, podemos corroborar esto último por Kazuhiko Torishima, quien confesó que el manga debió haber finalizado en la saga de Freezer, y es lo lógico, por ser el principal antagonista de toda la historia, pues fue él quien exterminó a la raza de la cual son originarios Gokú y Vegeta.

Lo que vino después es por todos conocido: Una lucha contra un ser hibrido creado de otros enemigos de nombre Cell y otro surgido de extrañas circunstancias relacionadas con los dioses Kaio, Majinboo. Dos sagas con contenido distinto entre ambos pues en esta última se hizo uso de un toque bastante cómico, similar a lo que pudimos encontrar en la película de 2013, La Batalla de los Dioses. Después nos encontramos con la resurrección del villano principal y por último, una nueva serie para la franquicia. 

De esto último podemos ver muchas cosas: Primero que Dragon Ball Super se ubicó noveno dentro de las series más esperadas en Japón. Algunos se preguntarán ¿Por qué no es primera? Quizás sea la señal más indesmentible de que el público japonés superó esa etapa y que busca nuevos héroes y otras historias diferentes, o continuar con aquellas que siguen desde hace muchos años como One Piece, Detective Conan o Fairy Tail. Otra posibilidad es que Dragon Ball Super sea un producto pensado para el mercado occidental; algo que sale del marco de la ortodoxia comercial del anime de los últimos años.

¿Cuál es la opinión de quien escribe sobre los primeros episodios de DBS?

Hace muy poco tuve la oportunidad de ver los dos primeros episodios de la serie, la cual en el global me dejó con una sensación en general buena, aunque no enfervorizada como lo sentí con el caso de algunas otras series.

Es natural presentir los hechos tras lo sucedido tras la batalla contra Majinboo. Un mundo que vuelve a la paz, con Gokú trabajando, Vegeta manteniendo sus sentimientos de orgullo como príncipe de su raza, Trunks y Goten viviendo sus travesuras y Gohan y Videl iniciando su vida como pareja. El inicio da a entender la faceta más familiar de cada uno de los personajes incumbentes y que antaño vivieron violentas batallas, algo que no es en nada desconocido para nosotros los que vimos la serie en los noventa.

¿Qué se destaca de este inicio? En primer lugar está ese natural impacto de ver nuevamente una serie de gran significado tuyo en el pasado con una nueva animación que cumple en primera instancia con el test de calidad que uno exige a una producción, a pesar de la existencia de algunos pequeños y llamativos guiños que atentan contra la seriedad de la serie en cuestión. A pesar de ello, la serie tuvo un comienzo que entusiasma, no por lo que se espera, pero si desde un concepto emocional de parte del antiguo televidente de la serie y mucho más, para aquel que es seguidor de la franquicia.

¿Cuáles son los riesgos que enfrenta esta nueva serie? Tal vez me consideren como exagerado pero existen algunos resquemores al respecto de esta nueva franquicia y es principalmente en reinventar la lucha contra Bills y Wiss, los “Dioses de la Destrucción” que ya hicieron presencia en la película de 2013. Lo mismo con la batalla de la última película contra un Freezer resucitado. ¿Ver los mismos encuentros en extenso dentro de la serie con el mismo o distinto final? Solo sería interesante ese último punto para atraer a un potencial televidente.

Otra duda: ¿Qué pasará con la cronología de la obra en cuestión? Recordemos que en el último trozo final de Dragon Ball Z se puede mostrar a Pan con poco más de un año de edad y hace su aparición el personaje de Ub, la reencarnación humana de Boo. Ya todos sabemos que ambos personajes tendrían una participación preponderante en la saga de Dragon Ball GT. ¿Tendrá un nuevo rol la primera en esta nueva historia? ¿Aparecerá el segundo en algún momento? ¿Qué sucederá con toda la cronología posterior de la serie DBZ? ¿Será modificada? Todas estas dudas personales son propias de las de alguien que ya conoce la serie.

Para concluir. Dejo en claro que mi propósito no es apagar con agua el ardiente entusiasmo de la fanaticada de la nueva serie de esta franquicia. Sin embargo, a nivel personal se encuentra riesgoso apostar por una nueva historia ubicada en un tramo intermedio y que termine desdibujando todo un trabajo posterior hecho desde 1997 hasta 1999 (Dragon Ball GT). Sabemos que esta última parte ha sido objeto de crítica por no tener el final adecuado y si bien algunos fans asumen que sería positivo apostar por algo nuevo, podrían existir algunos que objeten este cambio y les moleste que se haga una especie de “Borrón y Cuenta Nueva” a su historia favorita. Al fin y al cabo, la última palabra la tendrán Toriyama y el equipo de animación de Toei.

Por último, para Toei le será siempre rentable exprimir cualquiera de su denominado “Diamante” (Saint Seiya, Sailor Moon, Dragon Ball y Digimon) y la razón de ello es simple: Todo lo que mencioné en la columna anterior y que no es necesario repetir.

Nos vemos en otra ocasión.