[Eriol T. Harlaown] El Anime y su visión contra las grandes corporaciones
Por
Roque A. Espinoza Bravo
el
9.7.17
"Las corporaciones son el monstruo del futuro" (Promo de "Bubblegum Crisis Tokyo 2040, Canal Locomotion)
Muchas historias dentro de la
animación japonesa han girado en torno al futuro de la humanidad, a mundos
ambientados en siglos como el actual y aventuras que han llegado incluso a
explorar el espacio exterior. Y dentro de esta visión, un tipo de cultura nació
a principios de los ochenta cuando Hollywood dio a luz una serie de filmes
ambientados en un futuro apocalíptico y complejo para el ser humano que habita
este planeta: Hablamos del “Cyberpunk”.
De la manos de filmes como Blade Runner (1982) o MadMax (1979), se ha dado difusión a
una verdadera cultura de lo futurista, algo que desde luego se contagió al
anime y que nuevamente Estados Unidos ha hecho uso de estas historias como por
ejemplo el remake de Ghost in the Shell
con Scarlett Johansson como protagonista. Pero, algo de lo cual hace énfasis
esta visión apocalíptica del futuro es mostrar una severa crítica a las
sociedades dominadas por las corporaciones. Industrias como la farmacéutica,
alimenticia, médica y biotecnológica son vistas por los realizadores de algunas
películas o series como una muestra de cómo el poder de algunos empresarios y
hombres de negocio es capaz de doblegar a un estado cada vez más reducido y por
cierto, cada vez más corrompido por el financiamiento “por debajo de la mesa”
que permite concretar proyectos privados en las áreas anteriormente
mencionadas.
Es por ello que estos
realizadores hacen una crítica abierta a una sociedad totalitaria y dominada
por el neoliberalismo descarnado. Bajo ese concepto han nacido obras que
ilustran como la sociedad se transforma en un infierno marcado por el hambre,
la pobreza y la desigualdad de parte de los segmentos desfavorecidos, mientras
que en contraste, se puede ver el poder y la ostentación de los grandes
magnates que financian experimentos y los políticos que solo son un mero títere
como gobierno de una nación. Ejemplos de esto hay muchos, por lo que en este ámbito
procurare ser lo más breve.
La visión de un mundo
post-apocalíptico, capitalista en extremo y con un sistema político
completamente corrompido es lo que nos permite entregar obras animadas las
cuales han encontrado al cine como la ventana de difusión de estas historias.
Desde luego un laboratorio es la fuente de origen de uno historia que va
evolucionando en compañía de una ubicación territorial sumida en el colapso
económico y social.
Las películas de animé han sido
las que mayormente han difundido la imagen de una sociedad bajo estas características.
Los “Niños Probeta” y los superdotados es lo que nos ofreció Akira (1988) que nos muestra el
contexto donde un niño se escapa de un laboratorio y provoca una destrucción sin
parangón en la ciudad de Tokio. Posterior, la historia que todos conocemos, en
donde Tetsuro posee poderes psíquicos característicos de los niños mencionados
anteriormente y Shoutaro, un muchacho rebelde que se enfrenta a la corrompida
ley del Tokio dramatizado en esa película. Otra visión futurista famosa fue Ghost in the Shell (1995), en donde se
crea a una androide policía con el fin de enfrentarse a criminales dentro de un
mundo corrupto y colapsado. Desde luego Alita.
Ángel de Combate (1993), es otra de esas historias en donde a diferencia de
las anteriores se exhibe una metáfora respecto a una “meritocracia” reflejada
en una isla flotante en donde se vive cómodamente y con privilegios, en
contraste a un planeta tierra devastado en donde la anarquía y la pobreza son
el paisaje de este mundo.
Todos estos paralelismos también
han sido tratados en un sinfín de series de anime. Una que se nos viene a la
mente es Bubblebum Crisis (“2032” 1987, “2040”
1998). Una obra que ilustra cómo el poder de las corporaciones puede
corromper a todo un sistema político y a todo un aparato público ilustrado en
la gigantesca compañía “Genom”, la cual emplea la excusa de la reconstrucción
de Tokio para aumentar su influencia y empleando maquinas conocidas como
“Boomers” los cuales pierden el control bajo extrañas circunstancias. Es ahí
donde entran en acción cuatro chicas (Sylia, Nene, Linna y Priss) las cuales
actúan en secreto y en paralelo a la ley, confrontando a esta corporación la
cual se hace del poder de la capital del Japón desde las sombras. Esta visión
ha sido dramatizada de manera notable a través de una publicidad de parte del
canal Locomotion del cual se extrae la frase con la cual di inicio a esta
columna.
Otra serie que ilustra el poderío
corporativo es la mismísima Neon Genesis
Evangelion (1995). La historia muestra a una organización como “Marduk” la
que tiene poderío financiero sobre la industria biotecnológica y que cuyas
decisiones pesan incluso sobre los gobiernos de cada país en el escenario donde
se desenvuelve la historia. NERV es originado por la cooperación entre la ONU y
compañías multinacionales poderosas las cuales se ven reflejadas en el comité
encabezado por un acaudalado Keel Lorentz en cuya persona concentra mucho más
poder que varios gobiernos a nivel mundial.
A nivel más reciente, una de las
que se me viene a la mente bajo este esquema es Guilty Crown (2011) en donde se muestra la imagen de un Japón
controlado por una organización bajo las siglas GHQ o también conocida como “El Cuartel General”, cuyo propósito es el de
combatir un mortal virus conocido como “Lost Christmas”. Bajo el pretexto del
combate de ese virus establecen un gobierno dictatorial y bajo una ley marcial
que mantiene a los residentes de Tokio viviendo detrás de grandes murallas. La rebelión
de un grupo de jóvenes contra esta dictadura genera una historia en donde se
mescla la acción, el romance y también la tragedia.
En general, esta es solo una
pincelada de historias que ilustran de manera crítica la existencia de
conglomerados empresariales que acumulan poder con el paso del tiempo. En un
esquema real son muchos los ejemplos que existen de corporaciones muy poderosas
que incluso tienen la protección y el respaldo de distintos gobiernos, tanto
que llegan a ser incluso más poderosos que los mismos. Una visión apocalíptica de
una sociedad que con el paso del tiempo resulta domada bajo un esquema social
donde la única prioridad de la humanidad es dormir, comer y trabajar como un
acto cotidiano y que es reflejado en la película de los hermanos Wachowski “Matrix” (1999) en donde la humanidad
vive una especie de realidad conformada por una sociedad capitalista propia de
los Estados Unidos pero controlada por máquinas la que ilustran según la visión
de los creadores del film, esa “mano invisible” defendida por diversas escuelas
de pensamiento, en especial por la “Sociedad Mont Pellerin”.
La visión que nos entrega muchos
de estos creadores no es de una crítica profunda a los modelos de mercado, sino
a esa visión presente detrás de una no menor cantidad de intelectuales
defensores de llamado “capitalismo a ultranza” o “anarcocapitalismo”. El resultado
de esta visión es la de una sociedad en donde el ser humano es transable tanto
en cuerpo como en pensamiento, y cuyas consecuencias son la trata de personas y
la corrupción política respectivamente. Estas obras son a la vez una denuncia
en contra de corporaciones que hoy en día tratan de ganar más poder con el fin
a futuro de construir una sociedad como la ilustrada en las obras mencionadas. Son
varias en general y solo hemos visto una pasada a las más conocidas y
consideradas “de culto” por aquellos que las han visto. Tal vez, nuevas
historias permitirán complementar todo lo mencionado acá y ofrecernos esa
visión futurista propia de una sociedad en donde el hombre solo subsiste.
¿Qué otra serie animada de este tipo
agregarías a este análisis? Nos vemos en otra ocasión.