Opinión: Desencantada
Después de más de diez años, Amy Adams y Patrick Dempsey regresan en esta continuación de la película Encantada, una película donde se cuestiona y critica a aquéllos cuentos donde las princesas se enamoran y de inmediato desea contraer matrimonio con ese príncipe que les canta bonito.
Después de que la primera película terminó con el felices para siempre que conocemos. Giselle logró encontrar no solo a su príncipe, sino a una familia, un hogar y una nueva vida lejos de donde creció: Andalasia. Pip, la ardilla que ayudó a la princesa en su búsqueda de su príncipe nos cuenta que si hay algo más allá de ese felices para siempre
El tiempo ha pasado y muchas cosas han cambiado. Morgan creció y ahora tiene 15 años, resentida y queriendo vivir una vida independiente y a su estilo. Ahora, la familia también creció y Morgan ahora es una hermana mayor, la pequeña Sofía ahora es parte de la familia.
Giselle sabe que su vida no era como en Andalasia y aún le da nostalgia esa vida de cuento de hadas, por lo que decide mudarse, junto con su familia a Monroville, un pueblito encantador donde ninguno de los tres empieza con el pie derecho. Robert debe viajar en tren al trabajo y la relación de Giselle y Morgan no va bien ya que Morgan desea independencia y desea regresar a Nueva York y Giselle, tratándola de ayudar lo único que logra es separarlas más.
Al mismo tiempo Edward y Nancy llegan a visitar a la familia por medio de un pozo que, gracias a la magia de Andalasia ahorra es puente e tres los dos mundos. Ellos le regalan a Giselle una varita mágica que puede conceder deseos. Cuando todo va mal, Giselle utilizará esta varita para arreglar la vida de todos, pero este deseo tiene consecuencias que tendrá arreglar antes de que sean permanentes.
La película se siente nostálgica. Las canciones se sienten como si estuviéramos viendo y escuchando aquéllas películas de princesas de una de las mejores épocas de Disney. Además se nota aún la inspiración en cuentos de hadas tradicionales cuando se nos dice que todas las madrastras son malas. Aunque los efectos especiales son buenos, pero en algunas escenas se ven sobre puestos, no se ven naturales, sobretodo ya para el final.
Siento que haber dejado pasar más de diez años afectó en general la película. Hubiera estado más interesante ver a una Morgan aún niña viéndose relegada por el nacimiento de Sofía mientras Giselle aún sigue adaptándose a Nueva York. Se supone que al final de la película abrió una tienda de ropa, pero al parecer se olvidaron de este detalle. Hablando del tema de las madrastras, este asunto pudo haber sido mejor manejado con Morgan pequeña y con la recién nacida Sofía.
La problemática sería interesante de ver con el mismo problema con la varita mágica que mencioné e inspirándose en Cenicienta (que en teoría si lo hace) pero no logra convencer con ese salto del tiempo que hizo.
Hablando de Robert, hay escenas en las que se ve querer ser el héroe de los cuentos de hadas, tratando de vencer gigantes y ayudar aldeanos. Si bien, puede ser gracioso para los pequeños, parece que solo está ahí para rellenar y para que una película de cerca de dos horas pudo haber durado menos.
La película se estrenó el pasado 18 de noviembre en Disney+
