[Reseña] La compañera perfecta: El ejemplo de como hacer evolucionar una trama compleja
La I.A. ha crecido a pasos agigantados, pero no dejado de tener su lado polemico, como el que hecho de que podría eliminar empleos debido a la automatización de algunas cosas. Con la aparición de Optimus de Elon Musk y Sophia de David Hanson, quizás estamos a punto de crear un robot humanoide perfecto (aunque quizás exageramos tambien). Pero, ¿qué tan perfecto puede llegar a ser? Eso es lo que nos muestra La compañera perfecta.
La compañera perfecta es una película es producida por New Line Cinema y distribuida por Warner Bros Pictures, dirigida por Drew Hancock, estelarizada por Jack Quaid, Sophie Tatcher, Harvey Guillén y Lukas Cage
¿De qué trata?
La compañera perfecta es una historia de amor poco convencional. Todo comienza cuando Iris conoce a Josh y comienza una relación con él. Después de un tiempo saliendo, ambos, junto con sus tres mejores amigos, se dirigen a la casa aislada de Sergei, un millonario ostentoso que maneja negocios ilegales.
Cuando Sergei intenta abusar de Iris, muere a manos de ella en un acto de legítima defensa. A partir de ese momento, Iris descubre que en realidad es solo un androide cuyo fin es ser la pareja perfecta, pero una modificada para formar parte de un complot multimillonario, lo que desata varios giros argumentales y una trama que lleva a un futuro bastante extraño.
Crítica
Es una película única que se reinventa a medida que avanza, transformándose de manera inesperada. Comienza como una historia de amor, luego se convierte en un relato sobre un amor tóxico, para transformarse en un thriller de narcotráfico. A medida que la trama progresa, la película se adentra en la ciencia ficción con la aparición de los androides, y finalmente toma un giro hacia el cine de atracos y slasher. Si alguna vez pensaste que todos estos géneros no podrían coexistir en una sola película, esta podría ser la primera. Los giros de la trama están tan bien implementados, pero tienen un punto negativo, ya que llegan a confundir y el mismo desarrollo de la historia es raro y al mismo tiempo te hace crear varias preguntas que iremos analizando a través de esta reseña.
Una de las preguntas más inquietantes que plantea la película es: ¿es correcto que un humano se enamore de un androide y que este le responda? A través de la relación entre Eli y Patrick, se nos presenta esta cuestión. Patrick, un androide diseñado para amar a su dueño, a pesar de saber su origen y su programación, está dispuesto a hacer todo por el amor que siente, incluso cuando las situaciones en la película lo llevan a enfrentar grandes pérdidas y sacrificios. Esta dinámica desafía nuestras ideas sobre lo que significa amar y ser amado, especialmente cuando se trata de una máquina programada para ello (y si, puede que recuerde un poquito a Krilim y 18).
Además, la película nos invita a reflexionar sobre el futuro de la inteligencia artificial y los androides. A medida que los robots se vuelven más humanoides, la trama podría ponerla en un contexto más obscuro, haciendo eco de otras películas como Terminator, Yo, robot y El hombre centenario. La pregunta que surge es: ¿qué tan controlables serán los androides en el futuro? La película también toca temas profundos relacionados con las crisis existenciales y los sentimientos, recordándonos el anime Astro Boy, donde el protagonista se pregunta: "¿Qué soy? "¿Soy un androide o un humano?". Este dilema también se refleja en episodios de Black Mirror, como "Be Right Back", donde se exploran los riesgos de la tecnología, desde el abuso "XXX" hasta la manipulación. Si bien estos temas parecen sacados de la ciencia ficción, cada vez están más cerca de convertirse en una realidad tangible.
Con lo anterior, ¿la tecnología es una herramienta o un arma?. Como hemos visto, la I.A. es lo que unos pueden llamar un beneficio para automatizar ciertos procesos y mejorar otros aspectos, pero toda herramienta tiene su lado negativo y mucha gente, al tener acceso a ella, puede usarla para mal. Ya existe la I.A. que puede imitar voces, hacer videos con imágenes de una persona e incluso crear códigos maliciosos, todo con el fin de hacer mal a un tercero, ¿pero qué tanto control tenemos sobre esto? En la película se ve cómo usan solo un pendrive para hackear el sistema de Iris; con tan poco logran matar a alguien. En definitiva, un nuevo miedo desbloqueado.
En cuanto a los personajes, todos los principales tienen una historia y un desarrollo que se van desplegando a lo largo de la película. Sin embargo, Kat, uno de los personajes clave, se presenta de manera algo superficial. No tiene un pasado claramente definido ni un futuro planeado; su función en la trama parece limitarse a ser la conexión entre los demás personajes y Sergei, sin aportar mucha profundidad del mismo personaje. Esto la convierte en un personaje menos interesante y, de alguna manera, desvía la atención de las tramas más intrigantes.
Por otro lado, también se convierte en una reflexión sobre el autoconocimiento. Iris, la protagonista, no sabe que es un androide y desconoce las razones que la limitan. A veces, las personas nos sentimos atrapadas por nuestros propios miedos, pensamientos y deficiencias, lo que nos impide tomar decisiones, incluso cuando estas son buenas. La película también plantea una pregunta sobre las relaciones: ¿realmente amamos a quien está a nuestro lado o simplemente somos manipulados para un beneficio? Este dilema se responde en una sola escena, cuando Patrick, el androide, se enfrenta a las consecuencias de su amor por Eli.
A nivel técnico, es una obra bien lograda. La dirección de cámaras es impecable, capturando con precisión la tensión y la evolución de la trama. Los efectos especiales son asombrosos, especialmente en las secuencias que involucran a los androides y muertes, y la música está perfectamente integrada, acompañando los eventos de manera que refuerzan el tono y la atmósfera de cada momento.
Actuaciones
- Sophie Thatcher (Iris): Sophie es, sin lugar a dudas, la que mejor interpreta su papel en la película. Su sutileza y naturalidad en las reacciones son tan humanas que es difícil creer que en realidad es un androide. A lo largo del filme, logra transmitir la lucha interna de su personaje, mostrando emociones genuinas y, a su vez, la capacidad de desconectarse de ellas cuando se le ordena. Esta dualidad la hace muy convincente y su desempeño es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película.
- Jack Quaid (Josh): Jack me deja en una posición intermedia. A veces sus reacciones parecen muy expresivas, lo que le da un toque de realismo, pero en otras ocasiones se siente una especie de falsedad, como si no encajara del todo con su personaje. A pesar de que su desempeño tiene momentos de verdad, no pude evitar sentir que algo faltaba, y desde el primer momento no me convenció completamente.
- Harvey Guillén (Eli): Harvey le aporta un encanto innegable a su personaje. Eli es divertido, extrovertido, pero también tiene esa timidez peculiar que le da un toque de humanidad. Harvey logra equilibrar perfectamente la arrogancia y la firmeza que el personaje necesita, creando a alguien que, aunque a veces parece seguro de sí mismo, tiene sus propias inseguridades.
- Lukas Gage (Patrick): Lukas interpreta al "tonto galán" del filme, un androide enamorado hasta la médula. Aunque logra expresar el amor de su personaje, algunas de sus expresiones se sienten algo forzadas, lo que genera una desconexión con el espectador. Desde que se menciona que Iris no es humana, algo en su actuación me dio la sensación de que él tampoco lo era, y no pude evitar pensar que algo no encajaba. Su interpretación es adecuada, pero no completamente convincente.
- Megan Suri (Kat): Aunque el personaje de Kat tiene pocas apariciones en la trama, Megan logra destacarse en su breve tiempo en pantalla. No hay suficientes momentos para emitir un juicio definitivo, pero su actuación en lo poco que aparece es bastante buena, mostrando una presencia que, aunque limitada, cumple su función dentro de la historia.
Conclusión
En una época donde la inteligencia artificial es un tema cotidiano, La compañera perfecta se presenta como una película igual de compleja que el tema mismo, que no teme abordar múltiples temas en un tiempo relativamente corto. A veces, esta rapidez de cambios tono puede sentirse fuera de lugar, con momentos donde el ritmo se desacelera y otros en los que la tensión se dispara.
Si bien la trama es interesante y el apartado técnico es impecable, la ejecución y el guion son, en ocasiones complejos y difíciles de seguir. Es una película que desafía al espectador, presentando una historia que, si bien es cautivadora, deja una sensación de rareza debido a su estilo narrativo.
La compañera perfecta es distribuida por Warner Bros. Pictures, a quienes agradecemos habernos invitado a la función de prensa realizado recientemente. La película estará disponible en todos los cines de América Latina a partir de este 30 de enero.
*Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente la posición de ANMTV.