[Reseña] Monster Hunter Wilds: Domando la naturaleza en un juego imperdible
En 2018, Capcom alcanzó un hito con el lanzamiento de Monster Hunter World. Con más de 21 millones de copias vendidas, se convirtió en el juego más vendido en la historia de la empresa nipona. No fue para menos: tanto la crítica como los fanáticos lo aclamaron por las decisiones que redefinieron la franquicia, haciéndola más ambiciosa y accesible que nunca.
Tras la expansión Iceborne y el
lanzamiento de Monster Hunter Rise, una entrega
con un enfoque portátil, Capcom regresa con Monster Hunter Wilds,
una nueva apuesta planteada bajo el
mismo principio más cinemático y abierto de World. También supone mi primera incursión a profundidad en la saga
y la oportunidad de entender la fascinación por la caza de monstruos.
Esta es también la primera entrega de Monster Hunter diseñada
completamente para la actual generación de consolas y PC. Con la vara impuesta
por World —ya de por sí alta— y un
público cada vez más cansado de los juegos como servicio, pero hambriento de
experiencias innovadoras, Wilds enfrenta el
desafío de mantener el legado de la saga
mientras introduce nuevas mecánicas y un mundo más dinámico.
Gracias a Capcom
Latinoamérica, hemos tenido acceso anticipado al juego para analizar si Monster Hunter Wilds cumple su
promesa de recuperar la épica esencia que enamoró a los veteranos, a la vez que
refina su combate, sus monstruos y su exploración para atraer a nuevos
jugadores. Todo ello dentro de una historia completamente nueva.
¿Con qué se come un Monster Hunter? – Sinopsis y dinámica del juego
El juego inicia con una cinemática que directamente nos presenta al cazador, nuestro personaje, quien es miembro de “El Gremio”, un grupo de exploradores que, tras rescatar al joven Nata de la persecución de un monstruo, se ven inmiscuidos en la tarea de encontrar a su hermano mientras que se exploran las “tierras prohibidas”, una región inhóspita que no ha sido cartografiada.
La sorpresa es que esconde entre su legado una compleja relación entre monstruos y las civilizaciones que han intentado asentarse allí. Tras esta introducción, el juego nos lleva a una pantalla de creación de personaje, ofreciendo un extenso abanico de opciones para personalizar al cazador a nuestro gusto.
La historia es demasiado simple y directa, ojo que no lo
menciono de manera negativa. Al contrario, funciona como una excusa brillante -lejos
de ser aburrida- para sumergirnos en la exploración y la cacería. A medida que
avanzamos, la narrativa nos permite
conocer a fondo los ecosistemas, las criaturas y la historia oculta de las
Tierras Prohibidas, lo que nos lleva de forma natural a encariñarnos con el
universo que rodea al juego.
Los personajes que nos acompañan a lo largo del viaje tienen
diseños increíbles y dentro de su sencillez, se vuelven entrañables gracias a
su constante participación en apoyar a las misiones emprendidas por el jugador.
No están solo como herramientas que se ven bonitas; realmente aportan al desarrollo del viaje y nos ayudan a sentirnos
parte de un equipo.
Las misiones en esta historia principal están diseñadas para introducir al jugador orgánicamente a todas las mecánicas del juego. Siguen una estructura sencilla pero efectiva: Una nueva problemática o evento afecta al equipo o a los campamentos aliados, exploramos un poco en busca de respuestas y finalmente enfrentarse al monstruo que está provocando dicho problema.
Conforme se avance en las misiones, descubriremos nuevas zonas del mapa y cómo su ecosistema se relaciona entre sí. Reitero que lenta y naturalmente nos volvemos mejores estrategas y combatientes de viejos y nuevos monstruos que se añaden al repertorio.
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El mapa tiene diversas secciones con diferencias entre sí |
Uno de los grandes pilares de la saga es su sistema de combate, y Wilds lleva esta idea a otro nivel. Aquí no se trata solo de golpear sin pensar, sino de entender fortalezas y debilidades:
- ¿Es vulnerable a cierto tipo de ataque o elemento?
- ¿Podemos usar el entorno a nuestro favor?
- ¿Tiene depredadores naturales que puedan distraerlo?
Estas preguntas son clave para abordar cada cacería, sumando profundidad estratégica a cada pelea. El arsenal disponible cuenta con 14 tipos de armas, que van desde espadas, hachas y escudos hasta arcos y ballestas. Todas tienen una curva de aprendizaje accesible, pero dominarlas es otra historia. En mi experiencia, apenas logré sentirme relativamente competente con dos de ellas.
Además del armamento, contamos con la posibilidad de fabricar consumibles que pueden cambiar el rumbo de una cacería:
- Pociones para curar vida o estados alterados como el sueño o la parálisis.
- Alimentos que restauran resistencia, haciendo esencial comer antes de cada salida.
- Trampas que inmovilizan temporalmente a los monstruos.
- Barriles explosivos y proyectiles que pueden usarse con diferentes estrategias.
Y tres de los grandes añadidos en Wilds refuerzan aún más la jugabilidad:
- La eslinga: Un gancho multifuncional que nos permite recoger objetos, balancearnos con insectos voladores, interactuar con el entorno o incluso usar materiales para disparar cápsulas con efectos secundarios. Esto añade dinamismo al combate, obligándonos a aprovechar todo lo que el entorno ofrece.
- Los Seikret: Estas monturas no solo nos permiten recorrer grandes distancias con rapidez, sino que también funcionan como soporte al transportar objetos, permitirnos disparar en movimiento y atacar desde lo alto en ciertas circunstancias. También pueden cargar un arma secundaria, por lo que llevamos 2 de las 14, cosa que le añade versatilidad a nuestro juego
- El modo enfoque: Se activa con el gatillo izquierdo y al tener el arma desenfundada podremos hacer un ataque lento y preciso en donde apuntemos. La novedad es que se abrirán heridas al hacerle mucho daño en cualquier punto a una bestia, si hacemos un ataque enfocado, se nos premiara con un ataque especial que además de vistoso, hace una cantidad considerable de daño
A simple vista, el combate de Monster Hunter Wilds podría parecer un sistema basado en perseguir y golpear monstruos. Sin embargo, la realidad es mucho más profunda: desde elegir nuestro arsenal hasta estudiar el entorno, cada decisión tiene peso.
Pasé de correr y atacar sin pensar a analizar el ecosistema, optimizar mi equipamiento y adaptar mi estrategia a cada criatura. Todo esto hace que cada cacería sea una experiencia única y gratificante.
Este es, sin duda, es uno de los sistemas de combate más complejos y satisfactorios que he jugado. No se trata solo de fuerza bruta, sino de expresarse en el campo de batalla a través de decisiones estratégicas y dominio de los múltiples sistemas que el juego pone sobre la mesa.
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La eslinga incluso nos deja columpiarnos para sortear obstáculos |
Un sinfín de expediciones: Rejugabilidad y modo en línea
Cabe recalcar lo adictivo
que puede ser casi todo Monster Hunter.
La franquicia ha perfeccionado la capacidad de mantener una entrega vigente por
años, gracias a un planteamiento del contenido que no solo expande la
experiencia, sino que alimenta la pasión de los jugadores.
Monster Hunter Wilds no es la excepción. El juego invita a
revisitar constantemente las misiones principales y secundarias para recolectar
posible loot (o “carve” en el caso de Monster Hunter) que será de utilidad para
mejorar el equipo.
Dicho carve será más numeroso o de mejor calidad si
derrotamos al o los monstruos ¡bajo
ciertos criterios! como atacar su debilidad, enfocarnos en cierta parte del
cuerpo, llevar a cabo algún evento con el entorno, entre otros requisitos
especiales.
Teniendo en cuenta esto, la rejugabilidad es mucha y constante en la historia principal, ya que
a la par de novedades en el mapa, se desbloquearán nuevas misiones. Sin caer en
el terreno del spoiler, solo confirmaré que la duración del juego se duplica
llegado el contenido postgame.
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El juego te invita a probar equipamiento nuevo y, a veces, vistoso |
Las mejoras en Monster Hunter Wilds se basan en el equipamiento y la motivación por lograr una build que alcance una sinergia entre nuestro estilo de juego y resultados satisfactorios. Por lo que de forma orgánica se genera una atención a las posibilidades.
El multijugador en línea es otro elemento que agrega
rejugabilidad. En esta ocasión, Capcom tira la casa por la ventana e implementa
diversas características para hacer de la experiencia algo más accesible,
dinámico y duradero.
Lo más resaltable es el
Juego cruzado o Cross-Play. Por primera vez en la serie, jugadores de
diferentes plataformas podrán jugar juntos sin importar que tengan la versión
de PlayStation 5, Xbox Series XIS y PC.
Igualmente, los lobbies han recibido una mejora
considerable. Ahora se permiten hasta 100
jugadores dentro de una misma sesión en línea. Si bien, no es como que veas
a todos esos cazadores al mismo tiempo, sí que puedes interactuar con ellos,
apoyarlos en sus misiones y ellos en las tuyas o participar juntos en los
prometidos eventos de comunidad y misiones especiales.
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El juego cuenta con la siempre aplaudible adaptación al español latinoamericano |
El modo en línea se disfruta más con amigos. Se dice que
hasta ver la pintura secarse es divertido si se hace en compañía, pero, aunque
el juego es disfrutable en solitario, la realidad es que le agrega una capa
extra de profundidad y un tipo diferente de diversión cuando hasta 4 jugadores en un grupo vinculado
reúnen fuerzas para cazar.
Para algunos, el constante farmeo y la experimentación pueden parecer abrumadores, pero aquellos que se tomen el tiempo de encontrar su propio estilo de juego descubrirán que la rejugabilidad de Monster Hunter Wilds es prácticamente infinita.
Belleza Salvaje: Rendimiento y diseño audiovisual
Si algo distingue a Monster Hunter Wilds
de sus predecesores es su enfoque en la exploración de
un mundo abierto y dinámico, alejándose del clásico sistema de
selección de misiones en un tablón. Ahora, las áreas están completamente
conectadas, lo que crea un mapa masivo lleno de ecosistemas variados y vivos.
Desde el primer momento, queda claro que Capcom ha diseñado Wilds con
plataformas de alta gama en mente, sacando el máximo provecho
de la nueva generación.
El juego logra un buen equilibrio entre modelos complejos y diseños bien logrados, por lo que se luce en el aspecto gráfico y estético. La versión que probé fue la de PC, usando una RTX 3070 y pude correr el juego a 50-60 fps en 1440p con gráficos en “alto”. Por más que intenté bajar la resolución u optimizarlo para mejorar el rendimiento, nunca pude lograr más de esos cuadros por segundo.
Intuyo que la exigencia
al hardware está en la cantidad de elementos del entorno que actúan en tiempo
real y los efectos generados por el combate. Por lo que, probablemente sea
levemente optimizado con el tiempo.
Por el lado de consolas, no pude probar dicha versión. Los
datos de la beta sugieren que podemos
esperar un rendimiento a 40 cuadros por segundo en 1080p en
PlayStation 5, Xbox Series XS y 45 cuadros en PlayStation 5 Pro con resolución
de 2160p. Pudiendo obtener unos 10 cuadros más si se activa el modo performance
a costa de reducir calidad gráfica.
El apartado artístico sigue la línea tradicional de la saga, con su estética de fantasía prehistórica y toques feudales. Desde los monstruos hasta las armaduras y escenarios, todo se siente armonioso y ayuda a sumergirnos en un ecosistema vivo y creíble. Los monstruos, en particular, nunca se habían visto tan bien como en Wilds, con texturas detalladas y animaciones más realistas que nunca.
El diseño sonoro es otro punto alto. Capcom ha vuelto a demostrar su maestría en este apartado, con un soundtrack épico e imponente, efectos de sonido envolventes y un diseño auditivo que potencia la inmersión. Desde el rugido de un monstruo hasta el impacto de un arma contra su piel, cada sonido está cuidado al detalle para hacer que cada cacería se sienta visceral y satisfactoria.
A pesar de sus exigencias técnicas, Monster Hunter Wilds se luce como un juego visual y sonoramente impresionante, que aprovecha al máximo el potencial de las plataformas actuales. No es lo mejor que hemos visto del RE Engine, pero sí es resaltable.
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Las cinemáticas denotan el empeño puesto por Capcom |
La cacería inolvidable: Conclusiones
Sin duda, Monster Hunter Wilds no solo cumple con las expectativas
de los veteranos, sino que también logra atraer a un nuevo público gracias a su
jugabilidad accesible, inmersiva y altamente adictiva. Este
título sigue fielmente la esencia de la saga: un RPG de cacería de
monstruos donde cada expedición es única y la progresión se siente
gratificante. La constante búsqueda de mejores armas y armaduras es lo que
mantiene vivo el ciclo de juego, logrando que horas de cacería nunca se
sientan forzadas o repetitivas.
Si ya son seguidores de la franquicia, pueden estar tranquilos. Wilds ofrece un postgame extenso y rejugable, manteniendo intacto el ADN de la serie. Y si son nuevos en la saga, este título vale cada centavo de los 60 dólares que cuesta, siempre que disfruten de una experiencia desafiante y estén abiertos a la experimentación.
Eso sí, es
importante considerar si aprovecharán el multijugador, ya que,
aunque el contenido en solitario es sólido y satisfactorio, el verdadero
potencial del juego se desbloquea al compartir la cacería con otros jugadores.
Pocos juegos logran engancharme como lo hizo Monster Hunter Wilds.
A diferencia de Rise o Generations, donde nunca conecté del
todo, esta entrega me atrapó por completo. Sé que volveré una y otra vez para
completar misiones, farmear materiales y esperar con ansias los futuros
contenidos descargables gratuitos o expansiones de pago, como lo fue Iceborne
en su momento.
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Tomar por sorpresa a las bestias es muy satisfactorio |
Por su diseño redondo, su capacidad de ofrecer diversión
tanto para veteranos como para novatos y sus defectos mínimos (que más bien
dependen del gusto personal), Monster Hunter Wilds recibe una
calificación de 95/100 en ANMTV.
Si nunca te has convencido de probar la franquicia, esta es tu mejor
oportunidad. Wilds pule y minimiza muchas de las barreras de entrada
que pudieron alejarte en el pasado, convirtiéndose en una de las experiencias
más destacadas del año.
Monster Hunter Wilds estará disponible este 28 de febrero para PlayStation 5, Xbox Series XS y PC, con crossplay entre todas sus versiones.