[Eriol T. Harlaown] Remakes: ¿Para el fan, el público o el para el gusto del productor?


Aquellos que tenemos conocimiento de la televisión de hace 30 años atrás y vimos varios shows en nuestra infancia, sabemos bien la perfección, el estilo y la emoción que algunas de estas historias representaron para una época televisiva con una animación muy bien cuidada e historias que marcaron a toda una generación.

Sin embargo, una característica que hacen de estas animaciones algo muy recordado hasta el día de hoy es el componente de acción, emoción y la moraleja que entregaban al final de cada episodio. Algo característico, junto con el componente de mercadeo el cual abarcó a figuras y otros componentes que hoy son difíciles de conseguir y los hacen piezas únicas de colección.

Sin embargo, están las ganas de algunos productores de revivir estos clásicos al día de hoy pero con otro estilo de animación adaptado a los tiempos de ahora. La intensión de la acción parece ser noble, producto que estos mismos al igual que nosotros crecieron con estas obras maestras. Por este motivo nacen las adaptaciones o “remakes” las cuales vemos por los canales de televisión hoy en día.

Hemos visto varios remakes, algunos ganan aceptación como el caso de DuckTales de Disney, pero hay otras que se gana el más absoluto rechazo del público. Personalmente me tocó ver un tráiler de la nueva serie de Thundercats, serie la cual vi durante el año 1987 a mis 4 años de edad y mi reacción fue absoluta: un horror. Una animación aberrante que no da fe alguna respecto a la historia que abarcará esta adaptación que prepara Warner Bros, y esto último me lleva a formular la pregunta del encabezado de esta columna. ¿Para quién va dedicado estas adaptaciones?


Antes de responder esta pregunta, debemos tomar la máquina del tiempo y dividir en periodos. Si nos vamos antes de la década de 1960, la mayoría de las animaciones tenían como componente central el humor como forma de entretenimiento. En algunas se rozaba el absurdo y en otras oportunidades se parodiaba al estilo de vida estadounidense de ese entonces. Hasta se momento la animación no se escapaba de ese canon, pero llegamos a la década de 1970 y a la animación se le agrega nuevos componentes, como el heroísmo, la valentía y la acción, los cuales se acentúan en el decenio siguiente donde las series animadas incluyen elementos de acción y algunas veces de dramatismo. Ya para los 1990, la animación claramente se segmenta en varios tipos como comedia, acción, hechos de la vida, parodia, familiar, etc. En varias ocasiones, siendo más evidente en los 2000, las series de acción americanas se influencian en cierto sentido en el anime, pero en otras tienen un componente original, mesclando varios géneros (Comedia/acción, suspenso/aventura, etc). Sin embargo, esa tendencia se rompe en esta década.

Desde fines de la década pasada hasta el día de hoy, los canales de televisión de animación cambian su orientación enfocándose a un público menos maduro y más infantil y a raíz de esto, los shows han ido perdiendo su componente de acción, enfocándose exclusivamente a la comedia. El ejemplo más claro es la franquicia Teen Titans, la cual en sus cinco temporadas conquistó al público con sus elementos propios de acción y aventura, además de algunos elementos que realzaban la amistad, la cooperación y la lealtad de un grupo, algo visto en series de anime como Cyborg 009 y Saint Seiya, y con una animación coherente con su trama. Hoy, su sucesora Teen Titans GO! se desprenden en lo absoluto de todo lo anteriormente mostrado, enfocándose más en la parodia y la comedia. El gusto se puede discutir, pero ya la historia cambia su rumbo de la original.

Aclaración: el video de la derecha es un fanmade con el diseño actual

Otro caso que ha generado polémica ha sido el de Las Tortugas Ninja, cuyo nuevo diseño ha generado controversia producto de la lejanía de este a lo visto en los 90, incluso con algunos mencionando que los personajes “no parecen tortugas”.

Pero quizás lo que más llama la atención de esto es lo visto últimamente con Thundercats ROAR, el nuevo proyecto animado que pretende lanzar Warner Bros bajo la producción de Jason DeMarco y Lauren Faust y que luego de su primer teaser, causó el rechazo unánime tanto de la fanaticada de la franquicia como del televidente que alguna vez en su vida vio el show. Las aprehensiones son más que justificadas producto no solo del drástico cambio de diseño, sino por la historia que se pretende fabricar y que especificamos anteriormente. El hecho que una franquicia que para muchos es considerada como sagrada sea transformada en los tiempos de hoy como una obra cómica es como si transformaras "La Lista de Schindler" en una comedia musical.

Este caso da a entender también como algunos remakes se han transformado en un juego para algunos productores cinematográficos. Quizás el caso que ejemplifica esto ha sido la franquicia Transformers, la que desde 2007 se han lanzado hasta la fecha cinco películas cuya última (Transformers: The Last Knight) obtuvo cifras de recaudación mucho más bajas respecto a las de sus predecesoras, pero más allá de que se haya confirmado su final por parte de Paramount, algunas películas de esta saga han sido objeto de crítica de algunos fans conocedores de la franquicia los cuales calificaron de “absurdos” varios pasajes de los films.

Y así vamos sumando nuevos casos. Si bien el de Thundercats ROAR es el más reciente, hay otros como el de Powerpuff Girls que despertaron diversas críticas a pesar de que se trató de adaptar la animación a la del año 1998, las que van desde su trama, pasando por los métodos de animación y el doblaje latino actual. En general, los remakes no pasarán desapercibidos de parte no solo de los fans sino también del público en general que haya conocido la animación en algún momento o quizás simplemente no la conozca. La trascendencia de estas obras radica en su historia, su animación y su desarrollo y más de alguien del “nuevo público” las ha conocido ya sea gracias a sus padres o hermanos mayores, los que en la mayoría de los casos, terminan siendo de su gusto. En muchos casos, los productores creen que las nuevas generaciones no conocen estas obras y terminan por moldearlas a los tiempos de ahora con tal que sea “de su gusto”. Sin embargo, el televidente de hoy es mucho más inteligente de lo que se piensa.

En general y de acuerdo a lo reseñado. ¿A quién van dirigidos los remakes?

¿Al fan? NO. Está claro que estas adaptaciones no van dedicadas al fan de estas franquicias del pasado. El rechazo que provocan estas nuevas versiones es quizás la muestra más evidente que estas nuevas obras adaptadas no los tienen como su público objetivo.

¿Al público? 20% SI. Tal vez existe más de alguno de esta generación interesado en los nuevos trabajos de hoy, no por algo hay un núcleo de seguidores que gustan de la animación actual, sin embargo parte de ese televidente tiene conocimiento previo de las versiones antiguas las cuales sienten su gusto. Tal vez, ellos asumen la naturaleza de la franquicia en el pasado y probablemente muestren su rechazo ante una nueva versión con una animación y una historia distintas

¿Al productor? 80% SI. Uno de los justificativos que emplean los productores de estas versiones es la de haber crecido con ellas y buscan cualquier justificativo con tal de realizar una adaptación propia y a su propio estilo, en algunos casos, sin pensar en el fan de la obra o en el nuevo público que gusta de ella. Son los verdaderos interesados, los que buscan promocionar una historia bajo su supervisión y con la promoción de una productora y un canal de televisión.

Los remakes siempre van a ser objeto de discusión. Ya sea de cartoon o de animé, estos van a estar bajo la lupa tanto del público general como del fan, estos últimos, los que buscarán el respeto de la obra producto que no merecería a su criterio un trato tan liviano por parte de una producción que por más buenas intenciones que tengan, pueden terminar simplemente arruinándola.

Nos vemos en otra ocasión.