Ghibli: entrevista redescubierta destaca que Hayao Miyazaki no quiere que le comparen con Walt Disney
A pesar de que algunos le llaman a veces el «Walt Disney de Oriente», el director Hayao Miyazaki, principal nombre asociado al Studio Ghibli, ha expresado su molestia por el apodo que los medios de comunicación occidentales, en particular, utilizan a veces para referirse al hombre que está detrás de clásicos del cine de animación japonés como El viaje de Chihiro y El niño y la garza.
Según una entrevista realizada poco después del estreno de La princesa Mononoke y redescubierta recientemente por el sitio web extranjero Discover Ghibli, al compararse con el productor cuyo apellido bautizó a una de las principales empresas occidentales de animación y entretenimiento, Miyazaki se posicionó con aparente vergüenza, definiéndose como un mero animador y director en activo, pero llegó a decir que tuvo el privilegio de conocer a 9 profesionales pioneros que trabajaron junto a Walt Disney, y declaró que los respetaba profundamente por su personalidad y la forma en que se expresaban al interactuar con él en el momento en que se los presentaron.
El director japonés también alabó los aspectos técnicos de famosas animaciones realizadas por la casa de Mickey Mouse, como Blancanieves, Fantasía y Pinocho, Pero señaló que eran representaciones simplistas y superficiales de la naturaleza humana y afirmó que su estilo de trabajo había recibido una mayor influencia artística gracias a otras animaciones occidentales, como el largometraje francés Le Roi et l'Oiseau («El rey y el pájaro») y el musical soviético Snezhnaya Koroleva («La reina de las nieves»), así como la película de animación japonesa Hakujaden («La leyenda de la serpiente blanca»), todas ellas de los años 50.
Siempre en la misma entrevista, al ser preguntado por la posibilidad de adaptar animaciones de Ghibli al formato de acción real, Miyazaki dijo que no tenía interés en tal iniciativa porque, según él, las cámaras de la época no tenían la tecnología necesaria para transmitir la exuberancia de los entornos naturales retratados en su anime y también porque no le entusiasmaba el trabajo de los actores japoneses, además de pensar que él mismo no tenía la capacidad de dirigir y adaptar sus producciones a tal formato.