¿Qué tan lejos estamos de tener el mismo mercado de anime que Estados Unidos?

Para nadie es novedad que Estados Unidos posee la cuota de mercado más grande de anime en occidente, con una variada y atractiva oferta de merchandising de todas las series que te puedas imaginar. Cabe entonces preguntarse, ¿qué tan lejos estamos de ese mercado? ¿Y que tanta diferencia hay con Latinoamérica? Acompáñenme en este viaje alrededor de Estados Unidos para averiguarlo.

A fines de 2017 tuve la oportunidad de visitar Estados Unidos por primera vez en mi vida. Viví allá por cerca de cuatro meses, en los que recorrí las ciudades más importantes del país. Y cómo no, tenía que visitar también las tiendas más importantes de anime y documentar todo lo que encontrara. Entonces, ¿qué fue lo que descubrí?

San Francisco

¡Primera parada! Entre los lugares que debes visitar si eres fan del anime se encuentran Chinatown y Japantown, y especialmente este último, ¡por un momento sentí que había abandonado Estados Unidos y que me encontraba en Japón!

Allí me encontré con una tienda llamada Kinokuniya, muy conocida a nivel mundial, donde había montañas y montañas de manga y merchandising de todas las series que te puedas imaginar.
¿Dragon Ball Super? ¿Sailor Moon Crystal? ¿Naruto? ¿Boruto? ¿Detective Conan? Había material de todo tipo de series, desde las clásicas hasta las más desconocidas (y oscuras), ¡cada tema tenía su sección! Podías encontrar tanto series y manga en inglés así como también en su idioma original japonés. Los precios se me hicieron un poco excesivos pero sin ninguna duda la variedad era la ventaja de ese lugar, algo que no podría encontrarse en ninguna parte de Latinoamérica.

     
¿Interesado/a en Sailor Moon Crystal? Por solo $44.82 dólares podías adquirir los primeros 14 episodios en DVD, con audio japonés e inglés y subtítulos en inglés, más extras como openings y endings en creditless y numerosos trailers sobre la serie. La verdad estuve muy tentado de comprarlo, pero el hecho de no contar ni con subtítulos en español (lo cual es lógico puesto que no es un producto para nuestro mercado) me hizo desistir de hacerlo.
Pequeño paréntesis: ¿Alguien reconoce esta casa? 😁

Pensando en cómo le iba a hacer para cruzar el Golden Gate (Just kidding!😆)





Chinatown

Desde "Japón" me trasladé directamente a "China", ¡y el cambio fue aún mayor! Lleno de ciudadanos chinos por doquier que conversaban a viva voz y las calles totalmente adornadas con decorativos típicos del país.
Utilizando Google Maps busqué la tienda de anime más cercana. ¿Y con qué me encontré? Con un lugar que satisfacía hasta mis sueños más ñoños. Demás está decirles que aquel Pikachu de la derecha se vino directamente a mi casa en Chile.
En aquel lugar no solo había merchandising de anime, sino que también de todo tipo de videojuegos, incluyendo camisetas originales de Capcom con sus personajes más emblemáticos, aunque nuevamente, el precio solo me permitió traerme unas pocas.

New York

Pasamos de la costa Este a la costa Oeste, más precisamente a la ciudad de New York. En este lugar cosmopolita se encuentra en pleno Manhattan a un costado de Central Park una librería llamada Barnes & Noble, la cual es la más importante de todo Estados Unidos. Allí estuve muy tentado de adquirir unos Blu-ray de Dragon Ball Super por su llamativa portada (el pelo de Vegeta brillaba con el reflejo de la luz).


Pero al final me decanté por el manga original de Dragon Ball Z, en formato oriental de derecha a izquierda (en inglés, claro está).

Momento previo a cruzar el puente de Brooklyn por primera vez

New York resultó ser un sitio con muchísima variedad pero extremadamente caro, y sin contar las enormes distancias. Pasemos ahora a la parte final del viaje: Los Angeles, California, donde nos espera más de una sorpresa.

Los Angeles

Lamentablemente aquí no encontré ninguna tienda importante de anime (aunque la verdad es que contaba con muy poco tiempo para recorrer). Sin embargo, para mí este lugar fue el mejor de todos, ya que allí me reuní con mi ídola de infancia: Marcela Bordes.

Se preguntarán, ¿quién es Marcela Bordes? Se trata de una destacada actriz de doblaje mexicana residente en Los Angeles, muy conocida por haber sido la voz del Detective Conan en el primer doblaje de los años 90. Después de años de amistad vía Facebook, contacté a Marcela para avisarle que visitaría Los Angeles y preguntarle si sería posible reunirnos. Para mi profunda alegría, ella aceptó encantada y al fin pude cumplir mi sueño de conocerla en persona. Pero Marcela realmente se aseguró de que mi viaje fuera inolvidable, dándome un tour por los principales lugares turísticos de Los Angeles.
¿Alguien reconoce esta torre? 😄

Pero lo mejor del viaje estaba por venir. Por supuesto que Marcela sabía de mi fanatismo por Detective Conan y de lo que esa serie significaba para mí. En un momento ella detuvo su auto y exclamó con una enorme sonrisa: "¡A que no adivinas dónde estamos!".
Point 360, estudio de doblaje de Detective Conan
¡Me encontraba justo afuera del estudio donde se había doblado Detective Conan en los años 90! En verdad no podía creer que estuviera allí. ¡Aquel estudio fue el origen de todo! Y no solo de Conan, allá se doblaron animes muy famosos como Las guerreras mágicas, Lupin III, El Barón Rojo y Las aventuras de Saint Tail, entre otros.
Me sorprendió muchísimo que Marcela me hubiera llevado allí por iniciativa propia, ¡era algo que había estado a punto de pedirle, pero ella se me adelantó! Aquel recuerdo quedará guardado por siempre como el mejor día de mi vida.

Pero todo lo que sube tiene que bajar, y todo lo que empieza debe terminar. El final del día llegó y me despedí con mucha tristeza de mi ídola de infancia, por supuesto no sin antes agradecerle de corazón todo lo que había hecho por mí y entregarle un pequeño obsequio traído desde Chile.
Otro pequeño paréntesis: ¿Quién reconoce esta casa? 😁

Al día siguiente partí de vuelta a mi querido Chile, pero no sin antes hacerme un pequeño y último regalo. Aprovechando una escala grande en Atlanta visité un Walmart por última vez, en el cual encontré la siguiente película en promoción (¡solo 5 dólares!):
¡Y por supuesto que la elegí! Aquel sticker de Pikachu me trajo tanta nostalgia de mi época de niño en los 90 que aún hoy no he sido capaz de abrir la película. ¡Tal vez se quede ahí sellada por ese sticker para siempre!

Y llegamos al final de mi viaje. En verdad me sentí parte de un verdadero universo de anime: conocí lugares increíbles, hice amigos maravillosos y me reencontré con otros a quienes solo conocía a la distancia. Hay tantas historias, tantas anécdotas, tantos lugares, que sería imposible describir todo en este artículo, y por esa misma razón he intentado no extenderme demasiado y enfocarme en lo más importante.

Respondiendo a la pregunta del titular. ¿Qué tan lejos estamos de tener el mismo mercado de anime que Estados Unidos? Lamentablemente tengo que decir que muy lejos. Aquel país definitivamente es otro mundo, allá las leyes funcionan, los sueldos son buenos, la tecnología es muy accesible, pero por sobre todo, el poder adquisitivo es mucho, mucho mayor que el de cualquier persona de clase media en Latinoamérica. Allá te encontrarás con un mercado de anime que en nuestras tierras solo podemos soñar. ¿Pero y qué pasa si a pesar de eso no encuentras merchandising de tu serie de anime favorita? ¡Fácil, lo encontrarás sin ninguna duda en Ebay o en Amazon y llegará a la puerta de tu casa de forma rápida y expedita! Agradezco la oportunidad de haber podido ser parte de ese mundo por cuatro pequeños meses. Por supuesto, tampoco es mi intención pretender que aquel lugar es la panacea; no lo es. Aquel país también tiene su lado oscuro y algunas veces hasta ridículo, pero creo que si ponemos todo en una balanza, a pesar de ello nos supera enormemente.

Aún así estoy bastante optimista. Actualmente en Latinoamérica estamos viviendo un crecimiento exponencial de anime que solo se había visto en los ya lejanos años 90. Franquicias famosas como Pokémon y Dragon Ball llegaron en aquella época y siguen gozando de enorme éxito en nuestra región, y junto a este éxito se le suma el de animes más recientes como Yokai Watch o Sailor Moon Crystal. Además, las nuevas tecnologías digitales y las plataformas online como Crunchyroll nos proveen de un acceso cada vez más instantáneo a la información. Tal vez nunca tengamos la bonanza de anime que podemos encontrar en Estados Unidos, pero a pesar de ello tenemos nuestro "pequeño paraíso".
Ahora simplemente me toca volver a la realidad. La verdad no ha sido fácil, porque la depresión post-viaje existe y es bastante fuerte, sobre todo si este fue de varios meses, y no olvidemos el "choque cultural inverso". Pero la última palabra jamás está dicha, y de ti depende buscar tu propio lugar. Si llegaste hasta aquí, muchísimas gracias por haberte tomado la molestia de leer este pequeño artículo, el cual he escrito con mucho cariño y nostalgia. Si tuviera que finalizar con una simple y pequeña reflexión, esta sería la siguiente:
"El futuro es ilimitado"