[Reseña] WandaVision: Entre la experimentación y las teorías

Por el 24.3.21

Nota: esta reseña solo refleja la humilde opinión de su escritor y no necesariamente el del resto de los miembros de la pagina. Además, la intención de una reseña es compartir una visión y fomentar el debate, no una imposición. Si discrepas con lo aquí expresado, compártelo en los comentarios de manera respetuosa, pero sin tapujos.


El 2019 representó el final de muchas cosas más allá del final de la década, y la primera cosa que se nos vienen a la mente en este aspecto es precisamente el de la normalidad a la que habríamos estado acostumbrados durante toda nuestra vida por causa de una enfermedad que por el momento no se le ve un final cercano. La otra cosa que viene a nuestras mentes al respecto, y de naturaleza sumamente ajena a los problemas que ahora aquejan a la humanidad, vino en forma de Avengers: Endgame, filme de Marvel Studios dirigido por los hermanos Anthony y Joe Russo, quienes, en una ultima historia escrita con la colaboración de James Gunn finalizaron un arco argumental sumamente extenso dentro de la franquicia conocida como el Universo Cinematográfico de Marvel, es decir, la Saga del Infinito, que comenzó en el ya lejano 2008 (!) con el estreno de Iron Man de Jon Favreau. En esos once años de construcción para el magnánimo evento, Marvel experimentó muchos eventos que afectarían de manera directa o indirecta el desarrollo del mismo, desde la compra de la compañía por parte de The Walt Disney Company en 2009 (que con el tiempo ha hecho que en la actualidad los nombres de Marvel y Disney sean considerados sinónimos, de manera similar a como lo son DC y Warner Bros. justo en la acera de en frente), negociaciones con Sony para poder integrar a Spider-Man y su extensa galería de anti-héroes y villanos a este universo (cosa irónica considerando que Marvel y Disney son dueños del personaje y relacionados, pero que por negociaciones previas a la compra de 2009 que ya todos conocemos, no pueden usarlo en el cine con libertad) y claro, la sensible partida de Stan Lee, quién junto a sus colegas Jack Kirby y Steve Ditko crearon las bases de los personajes que hoy todos conocemos y amamos. Por otro lado, también experimentaron mucho con la naturaleza de sus propias películas para así esforzarse en que cada filme tuviera su propia identidad, cosa que funcionó en algunos casos y en otros no. Al final, la espera valió la pena, y aunque tampoco fue un resultado perfecto, vaya que fue satisfactorio.


Claramente, después de semejante conclusión (y por supuesto, mucho, MUCHO dinero ganado en consecuencia) era claro que Marvel debía empezar el siguiente capitulo de manera fresca y evitar el caer en la repetición, esto especialmente después de que nombres importantes del medio cinematográfico comenzaran a ver con antipatía el éxito del UCM, al considerar que la franquicia, aunque no precisamente mala, no salía de su zona de confort, no ofrecía nada nuevo al medio y que en general era solamente una saga para entretener y ya. Y como fanático de estos personajes, pero también como Artista Audiovisual, he de admitir que razón no les faltaba. Aunque la mayoría de las películas cumplían con lo que prometían (entretener y construir un evento con personajes memorables) y eran diferentes entre sí (algunas películas apelaban al drama y otras a la comedia), en general gran parte de estas se enfrascaban en la misma formula, salvo contadas excepciones; como Capitán América y el Soldado del Invierno (que es un filme de investigación y drama político con acción), las dos películas de Guardianes de la Galaxia (siendo estas películas más de aventuras en el espacio, acción y comedia que se alejan de la formula súper heroica de Marvel) y Doctor Strange (que es tal vez la película más experimental de la franquicia al ser más un viaje surreal, dramático y filosófico con muy poca acción, pero con mucha historia). Si Marvel quería mantener nuestra atención y no querer que nos fatigáramos con más de lo mismo, debían actuar pronto y explorar las posibilidades de su extensa galería de personajes. Afortunadamente, se tomaron a pecho las criticas (algunas constructivas, otras no tanto) y se dieron cuenta de que algo que hace especiales a estos personajes no es tanto la acción apantallante ni sus trajes o poderes, si no sus historias, y que es lo que hace que sean quienes son. Esto, sumado a las ordenes de "arriba" de producir contenido para Disney+, se decidió optar por llevar a cabo la tan anhelada experimentación en el formato televisivo, y el primer capitulo de esta nueva etapa resultó ser WandaVision, serie que desde un inicio prometió ser diferente, al mostrarnos que se alejaría de las peleas y los poderes, para más bien entregarnos un tributo a la historia de la televisión estadounidense... o eso creíamos. ¿A que me refiero con esto? Continua con la lectura y entenderás. Eso sí, te advierto que esta reseña contiene spoilers, así que estás avisado si no has visto la serie.


Tributo, terror psicológico y drama: una combinación inusual


Primero, me gustaría decir que, más que una serie de televisión, esta serie me recuerda más bien a los seriales cinematográficos de los años 30 y 40 (los cuales, junto con las radionovelas, serían predecesores del formato televisivo de media hora, ya que esto tenían esa misma duración y contaban una historia continua entre capítulos exhibidos en salas de cine), esto debido mayormente a que el proceso de filmación, el presupuesto y los efectos especiales son claramente cinematográficos, solo que adaptados al formato episodico de una serie normal. Esto no es nuevo, siendo que el primer hit de Disney+; El Mandaloriano, contó con un proceso similar de producción. Es interesante ver este tipo de producciones en la actualidad, aunque siendo francos, es la evolución natural del medio, especialmente después de la pandemia, cuando los servicios de streaming están optando más que nunca ahora por este tipo de producciones.


Ahora, pasando a la serie en sí misma; lo primero que tengo que resaltar de este viaje es la efectividad inmersiva de sus tributos. Durante la mayor parte de esta serie vemos como hay un episodio dedicado a homenajear (y hasta cierto punto, satirizar y hasta deconstruir) una década en particular de la historia de la televisión en los Estados Unidos, lo cual va desde la escritura, el estilo de grabación y la música, hasta el humor, la actuación y el formato de pantalla, en fin. El primer episodio es el más notable, ya que Elizabeth Olsen y Paul Bettany (de cuyo trabajo hablaré más adelante) logran emular el estilo de actuación de la época para así dar la misma vibra de programas como Yo amo a Lucy y El show de Dick Van Dyke. Esto va de la mano también con los títulos de los episodios, que hacen alusión a cosas que eran comunes en esas épocas, y ni hablemos de las secuencias de inicio, siendo mi favorita personal la de los 70 (y créanme, volver a ver esa intro después del final de la serie es, cuando menos, melancólico). Y así con la manera de adaptar el estilo de cada década. En ese sentido, el apartado audiovisual es excelente, ya que en gran parte olvidamos que el mundo que estamos viendo no es más que una ilusión dentro de la serie y procuramos entretenernos con lo que estamos viendo... y henos aquí el segundo apartado que quiero resaltar, que es el como se rompe esa ilusión de manera intencional con elementos de terror psicológico que nos inquietan y así revientan la burbuja en la que nos mete la misma serie. Me explico, para cuando este mundo (que como se nos revela posteriormente, fue creado por Wanda para así vivir una vida tranquila y sin problemas) ve interrumpida su normalidad y perturbada su naturaleza inocua, la manera en la que esa "burbuja" se rompe es dándonos unas cuantas dosis de realidad (bueno, realidad dentro de ese universo) en forma de una "ruptura de la ilusión". Por ejemplo, en el primer episodio (el que homenajea la televisión de los 50), el estilo de grabación trata de emular la filmación de una sitcom de la época, con todo y un "publico en vivo" (y de hecho, así se filmó la mayor parte del episodio), pero la ilusión se rompe para cuando dejamos de escuchar las risas de fondo y los enfoques de cámara se vuelven más cinemáticos, sumado a un cambio en el estilo de la banda sonora y la manera de actuar de nuestros protagonistas. Todo esto nos da a entender que algo anda mal, y entre nuestra curiosidad y la ilusión rota, nos sentimos incómodos y quedamos confundidos. Esto también hace ver con otros ojos las series a las que hace tributo la trama (que poco después nos damos cuenta de que no son casualidades ni tributos a las épocas en sí mismas, si no que los programas a los que nos recordaban esos episodios sí existen en el mundo de Marvel), ya que al formar parte de como Wanda ve su propio "mundo perfecto", nos damos cuenta de que esos programas eran muy idealistas incluso para su época. No me malinterpreten, los escritores trataron con sumo respeto a estos programas en sus tributos, pero no se ponen cadenas en las manos al darnos a entender que la vida real no es como la pintaban. Eso no quita que fueran buenas series, pero las cosas como son.


Y es aquí en cuando entra mi tercer punto, y es el como se nos retrata a Wanda como alguien con muchos problemas reprimidos. El octavo y penúltimo episodio hace una introspección del personaje, mostrándonos el como una infancia robada por una guerra, la perdida constante de seres queridos, un luto extendido y la injusticia de no poder despedir apropiadamente a su compañero de vida porque las autoridades no se lo permiten (justo cuando muchas familias se están reuniendo nuevamente como efecto del "blip" frente a ella, sumado a los deseos de una vida "normal" y feliz con una familia como las que se ven en la televisión) pueden llegar a afectar psicológicamente de manera severa a alguien, quién al tener poderes termina por arrastrar inconscientemente y contra su voluntad a todo un pueblo a una ilusión, un mundo irreal que es como lo que ella siempre deseó. Y lamentablemente para ella, hay recordatorios constantes de ello, de que lo que está viviendo no es real. A esto le sumamos los dilemas existenciales de Visión, quién, luego de darse cuenta de que de hecho él no es el de verdad, si no más bien una ilusión hecha en base a los recuerdos que Wanda tiene del Visión real que murió a manos de Thanos, trata de comprender quién o que es, y cuando finalmente aprende la historia de su "yo real", queda más confundido y sin una respuesta. Su interacción con el "Visión Blanco" es la cereza de todo esto, ya que su batalla en el ultimo episodio pasa de los puños a la filosofía y ambos terminan aprendiendo uno del otro y complementándose casi como un mismo individuo. El resto de los personajes de la serie también cumplen con roles satisfactorios y personalmente, a diferencia de lo que a veces ocurre en las películas, no hay personaje que se sienta como "peso muerto", mientras que Agatha Harkness logra ser una villana carismática y memorable por su personalidad chispeante y la actuación de Kathryn Hanh (quién como dato curioso, dio su voz a la versión femenina del Doctor Octopus en la versión original en inglés de Spider-Man: Un Nuevo Universo). Finalmente, algo que aplaudo es que la acción la decidieran reservar para el final y así concentrarse en contar una buena historia, lo cual siento que lograron


Lamentablemente, no todo es elogio, ya que mi principal problema recae en como trataron de crear situaciones que eventualmente terminaron en nada. El caso más claro es el del "falso Pietro" ("Fietro" si así lo desean). Más allá de que fuera interpretado por Evan Peters y lo que eso pudo haber implicado (ya tocaré ese tema), en un inicio se nos mostró como un personaje que guardaba mucho más que solo ser Quicksilver revivido y que podría ser de importancia al final. Lamentablemente ese potencial se desperdició, y aunque no odio lo que fue de él, ni la revelación de que era solo un joven llamado Ralph Bohner (je je, "Bohner"), si es un poco decepcionante, ya que el personaje solo tiene relevancia en un episodio y de resto sus apariciones son muy esporádicas. Una lastima para algo que pudo ser más, y no me refiero ni a multiversos ni a Mephisto ni nada de eso, si no a haber tenido a un personaje hecho y derecho. También tengo que resaltar el episodio final, que aunque es bueno y finaliza la historia de manera satisfactoria, también se siente un poco anti-climático y como un final apresurado a una historia que se tomó el tiempo de ser construida. En otro apartado, a veces no se siente que haya un buen balance entre el desarrollo de la historia y el llevar a cabo los tributos en sí mismos, ya que los primeros episodios se basan más en el homenaje y sus elementos de terror psicológico que en desarrollar la historia, aunque afortunadamente esto solo ocurre en los primeros capítulos y se logra mantener un mejor balance después del tercer episodio. Estos elementos no tienen mucho peso al final, pero demuestran que no todas las experimentaciones son perfectas.


Buenas actuaciones frente a la cámara y el micrófono


Pasando al apartado actoral, hay que resaltar el excelente trabajo que se hizo tanto en la filmación como en la grabación del doblaje. En el primer punto, Elizabeth Olsen, Paul Bettany y como ya mencioné, Kathryn Hanh, son quienes se comen la cámara cada vez que entran en escena. Y es que no solo logran demostrar su capacidad actoral al momento de tener escenas dramáticas, si no que también se logran adaptar perfectamente a los tributos de cada episodio. Por ejemplo, en los primeros dos episodios, su estilo de actuación es muy "teatral", esto debido a que para la época (los 50 y 60) los actores estadounidenses por lo general empezaban en el teatro, y ese estilo se lo llevaban al cine y la televisión cuando se adentraban en esos medios, no como ahora que los actores tratan de tener un estilo para cada formato. Esto es sumamente notable en el primer intro, donde la gesticulación corporal es notoria y no tan discreta como, por ejemplo, en las escenas fuera de Westville (que como segundo dato curioso, la serie se grabó en el Rancho Warner Bros., donde se grabaron varias de las series a las que WandaVision hace tributo). Algo que me gustaría resaltar de la actuación de Olsen es como el realismo de su interpretación en ocasiones en bastante contagioso, al punto que la escena en la que rompe en llanto antes de crear con sus poderes todo ese mundo de ensueño le puede romper el corazón al más sensible (que bueno que es ficción). Por su parte, Bettany me sigue sorprendiendo en su papel de Visión a pesar de que lleva en el Universo Cinematográfico más tiempo que cualquiera (recordemos que esta versión del personaje nació como J.A.R.V.I.S, la inteligencia artificial que acompañó a Tony Stark en todos sus distintos trajes desde Iron Man del 2008 hasta Avengers: La Era de Ultrón del 2015, película donde hace su aparición como el personaje que ahora conocemos), esto debido a su actuación de un robot que trata de ser un humano, o más bien de un humano que trata de no ser un robot. Por su parte, Hanh hace un excelente trabajo como Agatha, quién en esta versión es una mujer en sus cuarentas y no la mujer de muy avanzada edad de las historietas. Su manera de interpretar a una bruja sociopata, manipuladora y altamente oportunista que podría destruir un país (ya saben, por aquello de que esta serie está en Disney+) es sumamente creíble y nos hace desear ver más del personaje. Afortunadamente, el destino del personaje deja la puerta abierta para esto, así que esperemos que le tengan planeado algo en el futuro. El resto del reparto está a la altura de la producción y sus respectivos papeles, pero son ellos tres quienes se roban el espectáculo. 


Por otro lado, el doblaje es de una calidad altísima (admitamoslo, nos guste o no la Casa del Ratón, sus doblajes casi nunca quedan a deber). Empezando por las actuaciones, la venezolana Irina Indigo hace un excelente trabajo en el papel de Wanda, no solo adaptándose a la perfección a la actuación de Olsen, si no que además le da al papel una naturalidad bastante agradable que destaca por sí sola. Por su parte, el mexicano Milton Wolch (sí, es mexicano, aunque el nombre no lo aparente) no solo no ha cambiado su timbre de voz desde 2008 para cuándo el personaje todavía era J.A.R.V.I.S, si no que mantiene las mismas bases que Bettany en su interpretación, con una voz serena que refleja la naturaleza pacifica y profunda de Visión, pero que cuando tiene que ponerse agresivo, es intimidante. Por su parte, Erica Edwards (sí, también es mexicana) hace lujo de la versatilidad actoral de su voz como Agatha, haciendo una excelente transición entre "Agnes, la vecina entrometida" y la bruja hiriente que con sus comentarios puede transmitir mucha crueldad. El resto del reparto hace también un excelente trabajo, con Jessica Ortiz (Monica Rambeau) y Carla Castañeda (Darcy) compartiendo una muy buena química en sus personajes. Mención aparte el regreso de Luis Leonardo Suárez ("Fietro"), quién interpretó a Quicksilver en la saga fílmica de los X-Men, agregándole más malicia y engaño a la farsa del personaje en esta serie (y lo digo como algo bueno). Por otro lado, la adaptación musical me pareció formidable, sin mencionar que Erica Edwards vuelve a lucirse, ahora como cantante en la canción "Como Agatha no hay dos". Lo único que no entiendo es porqué cuando el titulo del programa entra en escena es pronunciado en inglés ("WandaVishon") y no en español ("WandaVisión"), sobre todo cuando el nombre de uno de los protagonistas (Visión) es pronunciado correctamente. Probablemente sea por cuestiones de marketing, pero igual me parece injustificado (aunque nuevamente, estamos hablando de la misma compañía que quiere que dejemos de decir "Rana René" a cambio de decir "Kermit la rana").


El "hype" y las teorías: armas de doble filo


Antes de terminar, me gustaría resaltar algo importante independientemente de la serie en sí misma, y es la reacción de algunos fanáticos al capítulo final de la serie. Durante su estreno, la serie estuvo generando muchas teorías de como se iba a desarrollar la trama (algo común en cualquier serie de este tipo), pero con el tiempo (y especialmente después de la aparición de "Fietro") estas se transformaron en teorías sobre el futuro de la franquicia, el próximo gran evento que sería igual de grande que Endgame, el próximo villano que reemplazaría a Thanos como el jefe final (siendo el caso más sonado el de Mephisto, quién en el universo de Marvel es el mismísimo Diablo), los multiversos (este caso alimentado por la relación que tendrá esta serie con la próxima película de Doctor Strange, Multiverse of Madness, los rumores de la aparición de Tobey Maguire y Andrew Garfield en Spider-Man: No Way Home y la aparición de Evan Peters como el falso Pietro antes de que supiéramos que era falso), que si aparecería Reed Richards/Sr. Fantástico en el ultimo episodio (debido a que en las historietas Agatha Harkness es enemiga de los Cuatro Fantásticos), en fin, tantas teorías y tanta especulación que varios fanáticos olvidaron que esta era la historia de Wanda. Cuando varias de estas teorías terminaron por comprobarse como falsas conforme avanzó la serie (especialmente respecto al final), no falto quién, por la desilusión de no ver sus deseos cumplidos, tildara a la serie de mala y criticas similares. No me mal entiendan, si han habido personas que no gustaron del trabajo final que sí han hecho criticas legitimas y completamente entendibles (con varios señalando algunas de las cosas que ya mencioné unos párrafos atrás, más otras inconveniencias), eso sin mencionar que todo arte es subjetivo y que nunca habrá un consenso unánime sobre nada. Pero el ver gente quejándose de que la serie es mala solo porque no ocurrieron las cosas como ellos deseaban es bastante desconcertante. Y esto me hace pensar lo siguiente: la cultura del "hype" se está descontrolando.


Para quienes no lo sepan, el "hype" es un termino que se usa en Internet para referirse a la emoción que genera una noticia de entretenimiento sobre un futuro evento o proyecto (llámese película, historieta, videojuego, serie de TV, libro, concierto, etcétera). El "hype" por lo general lo manifiestan los fanáticos en las redes sociales, y por lo general, un anuncio bien hecho puede generar un buen trafico sobre el tema y por lo tanto, el "hype" es sinónimo de que hiciste un anuncio bien. Es por ello que en años recientes las compañías de entretenimiento de todos los rubros han comenzado a aprovecharse de este fenómeno para así vender con mayor efectividad su producto artístico o de entretenimiento. A veces se apela al mismo de manera abierta con un gran anuncio que deja boquiabierto a medio mundo, y en otras ocasiones, solo se dan simples pistas para así poder apelar a la especulación del fanático. Lamentablemente, en ambos casos se pueden cometer la imprudencia de prometer más de lo que se va a dar, dando como resultado decepción y desilusión. Ahora, el tema que aquí nos compete es el como algunos fanáticos se "auto-hypean" con teorías, especulaciones y demás de manera auto-infundada, varias veces sin pruebas y solo esperando a que la especulación (o deseo) se cumpla.


Y en este caso, tengo que decir que ambos lados (compañías y fanáticos) tienen la culpa. Por un lado, Marvel, DC, Nintendo y demás tienden a hacer uso excesivo y abusivo de esta técnica de marketing, y aunque en muchos casos terminan por cumplir, en otros no tanto. Además, la manera en la que se manejó la publicidad de esta serie no fue la ideal, empezando por el cast de Evan Peters como el falso Quicksilver, sabiendo que eso generaría especulaciones con respecto a la eventual integración de los X-Men al UCM, y aunque Paul Bettany habló de una aparición que sorprendería al mismo nivel que la aparición de Luke Skywalker al final de El Mandaloriano, él nunca dijo que fuera al final de la serie (en lo personal, creo que hablaba de "Fietro" para despistar, o del "Visión Blanco"). En cualquier caso, las decisiones que tomó Marvel en este aspecto para emocionar a los fanáticos no fueron las más acertadas. Por otro lado, los fanáticos cada día parecieran estar más pendientes de lo que viene (o se quiere) que de lo que se tiene. ¿A que me refiero con esto? A que ya no están sabiendo disfrutar o juzgar de manera objetiva ni positiva un producto y solo prefieren ver si ello solo representa la llegada de algo más grande en el futuro. Por ejemplo, hay muchos fanáticos que están pendientes de la próxima película de Flash porque esperan que ésta dé paso a un evento similar a la Crisis de las Tierras Infinitas en el universo de DC, y no porque quieran ver una buena historia de Flash. Y aquí pasó lo mismo, por tanta divina teoría, muchos perdieron la oportunidad de disfrutar la serie (o bien, de "no disfrutarla" por razones más validas que decir "no apareció Mephisto, esto es basura"). Mi siguiente consejo es para los fanáticos: procuren disfrutar el momento y no especular tanto. Siempre es bueno planificar y esperar con ansías el futuro (y en este caso, divertirse y emocionarse por lo que viene), pero eso no debe ser excusa para olvidar que estamos vivos es ahora, no mañana y que también deberíamos disfrutar lo que ya tenemos. Seguro dirán que estoy exagerando mucho para el tipo de tema que estoy tocando, pero yo no soy el que se está divinando los sesos por el futuro de personajes ficticios. Soy fanático, y espero en el futuro crear cosas e historias dignas de reseñas (y porque no, también especulaciones), pero no hay que olvidar que la imaginación y la ficción son intangibles, y por lo tanto, meras ilusiones, igual que el Westville de Wanda.


Conclusiones


WandaVision es, en mi opinión, un paso en el camino correcto para Marvel en esta nueva etapa. Nos han logrado entregar una serie que, si bien, es imperfecta, cumple con ser entretenida e ir más allá de lo que nos tenían acostumbrados, demostrando a mi parecer que estos personajes son versátiles y que tienen potencial para la experimentación y la creación de buenas historias. Es bueno que hicieran caso de las palabras de distintos críticos para así ofrecer una experiencia nueva y no sencillamente recurrir a su "formula ganadora". Y aunque eso no quita lo que dije sobre sus fallas, es bueno ver que se esforzaron para crear un producto que no tenga que ser olvidado con la salida del próximo "gran evento", y en mi opinión lo lograron. Al momento de escribir estas palabras, ya se estrenó el primer episodio de Falcon y el Soldado del Invierno, y por lo que he visto, esta nueva serie también tratará de ser diferente, volviendo a la formula de la película del Soldado del Invierno del 2014 y volverá al thriller político, solo que esta vez más centrado en el drama y en la introspección psicológica de nuestros héroes titulares. Espero estar en lo correcto con este juicio. Sea como fuere, si el camino que Marvel quiere tomar para con sus series y películas es similar al de WandaVision, pues bienvenido, ya que son pocas las veces que de verdad se hacen producciones genuinamente memorables basadas en personajes de historieta, y reitero, aún con sus fallas, a mi parecer la ilusión de Wanda es una de ellas.


©2021 Adrian Sandoval