[Columna] Espacios juveniles: la desaparición de la creatividad

Por el 18.7.21

Cuentan algunos de nuestros mayores que en aquellos ‘tiempos de oro’ de la televisión la presencia de espacios infantiles (originales), realizados en su mayoría por nuestros canales de televisión nacionales, en algún momento representaban un lapso de reunión y esparcimiento frente a la tele con el publico infantil. 


Hoy si observamos y, para quien no lo vivió, indagamos, aquellos espacios infantiles nuevamente, verán que no solo eran un ‘pequeño espacio’ en donde se emitían nuestras series animadas favoritas, ¡no!, también eran una serie de espectáculos que no apreciamos quizás. Quiero traerles a colación la mención de lo que represento los espacios infantiles que la televisión de las décadas de 1980, 1990 y el 2000 nos dejó, desde el punto de vista de alguien solo vivió la última etapa.


Antes del ‘nuevo milenio’ (1980-1990)



Retrocediendo a mucho antes del ‘nuevo milenio’, latinoamericana vivía un momento en el que aun la televisión por cable y satélite estaban en proceso de colarse en nuestros hogares, y de momento parecía algo solo para ‘adinerados’, aquellos tiempos, por lo visto, eran cuando los canales nacionales denotaban el ‘esmero’ de  hacer o emitir ‘megaproducciones’, más cuando eran los que dominaban la audiencia, siendo una de ellas las dirigidas al público infantil. Y es que la lista es larga para esta etapa, más si las ampliamos a todos los países. 


En esos momentos los canales se empeñaban en tener más sus producciones originales en todos sus espacios, y muy poca presencia de lo ‘extranjero’, pero que gracias a las ‘nuevas’ tecnológicas que se implementaban con los años, lograban que sus producciones llegasen a otros países.


Por solo nombrar, podría decir programas como Nubeluz, originario de Perú, o El Show de Xuxa, originario de Brasil y que en español llego producirse en Argentina y España, con retransmisiones en el resto del continente, y si nombro de mi país natal (Venezuela), El Club de los Tigritos, espacio de Venevisión que contó con una versión de Chilevisión. O para muestra de otro tiempo, cuando los carismáticos payasos eran los animadores infantiles e indiscutibles de la TV (aunque este tipo de animadores ya tenían presencia desde los 70s), El Show de Popy (Popylandia) o Las payasitas Nifu Nifa, Cepillín o Bozo.



En dichas producciones los formatos variaban obviamente, pero mantenían el detalle de que veíamos la creatividad que tenía la pantalla: musicales, escenografías espectaculares para la época, momentos de concurso y entrevista en la participaba los niños del público (algunos estando en el estudio), alguno que otro títere y hasta transmisiones especiales desde un circo o un parque de atracciones. 


Estos espacios llegaron a ser en algún momento la única forma de ver series animadas, si es que para empezar lo requerían, y donde las animaciones estadounidenses predominaban, entre ello, las de Warner Bros., Hanna Barbera, series basadas en juguetes o Comics, y en algunos casos, ya se colaba hasta de manera mal dicha esos “dibujos chinos”, esto último lo digo de esa manera porque básicamente no se conocía el término ‘anime’ ampliamente como ahora. Y no podían hacer falta las telenovelas juveniles latinoamericanas del momento.



Incluso, gracias a dichos espacios, a destacamos la publicidad, ese momento que nos vendían un juguete, videojuego o dulce del cual probablemente le daríamos dolor de cabeza a nuestros mayores luego (¿o no?), estas hasta siendo presentadas por figuras  ‘peculiares’, como Don Francisco, ¿Qué relación tiene con Pokemón?.



Entrando a el milenio (2000s-2020s)

Finalizando los 90s y entrando a el 2000, cuando los canales de dibujados animados por suscripción estaban más presentes, vemos una disminución de esos espectaculares musicales, los espacios pasan a tener más interacción del público televidente desde casa en los juegos donde ganabas un premio, todo gracias a la aplicación de las llamadas en vivo y el correo electrónico, como el aplicado en el juego interactivo “A jugar con Hugo” en Argentina (por el desaparecido Magic Kids), y que estuvo presente en Chile (por TVN) y Venezuela (emitido en la primera etapa de Atómico).



También empieza a ser más regular la presencia de anime, live-actions y sitcoms. Digimón, Pókemon, Dragon Ball, Power Rangers, por solo nombrar, eran de los más predominaban a pesar de existir años antes, y a la par, ya figuraban en los espacios las producciones de Cartoon Network, Nickelodeon y Disney Channel, dependiendo con que canal hubiesen contratado.



Los canales de televisión paga tuvieron también sus espacios, aunque más juveniles que infantiles, el que más destaca, Zapping Zone, espacio realizado en Argentina estrenado en el 2000 para un joven Disney Channel, y que además contó con una edición para Brasil. Se destacaba por su dinámica producción en vivo en horario prime time, donde además de presentar las series originales de Disney Channel, se destacó por sus diversos segmentos, noticias y la inclusión de juegos premiados (¿alguien participo?), y siendo de los pocos espacios en la cual hasta los camarógrafos eran una parte importante del programa. Fue allí donde se informaba de estrenos como High School Musical, veíamos Zack y Cody, Hannah Montana y hasta Floricienta, o había seguimiento de los extintos Disney Channel Games.



Y destaco, Nickelodeon también contó con un programa similar producido en México, Argentina y Brasil, pero que tuvo poca vida, Nickers.



Nuestro presente

Aunque lo que comente suene cursi, en la actualidad, esos espacios que existen son básicamente una sombra del pasado televisivo, o son escasos, con una falta de ese ‘brillo’ creativo o interactivo que nos hacía correr a verlos. Lamentablemente la mayoría ahora solo son un bloque de la grilla o una clase de ‘magazine’ juvenil donde el animador dice unas palabras y manda directo a la serie o lo que sea tengan a mano. 



El tiempo tampoco es el mismo para motivar realizar esta clase de programas en realidad, teniendo una pérdida de público ante la presencia de las redes sociales, la apuesta al streaming, y la competencia que absorbe aun la televisión por suscripción, las forma de los productos se van a realizar otro clase de programas rentables y/o que no den tanto costo. 


Los programas que ahora son parte de nuestra infancia, o inclusive la de nuestros padres y familiares, llamativamente siguen estando presentes en hoy en día, algunas, como una huella que se denota en la generación de ahora. La música que se producía en esos espacios, puede que sea lo más recordado, ya que hasta la escucharíamos en un cumpleaños o en actividades del Día del niño, porque en estos nunca falta escuchar el corito de Ilari, ilari, ilariê ¡Oh-oh-oh!, a alguien debe haberle aplicado a su hijo la canción para cepillarse los dientes, o simplemente le viene a la mente esa intro musical con la que empezaba el show y sus programas.



A pesar de todo, y lo distintos formatos visto en algún momento, estos espacios son un parte referente de la historia televisiva, y son una manera de hacer comparativa de cómo ha ido mutando la televisión. Finalizo preguntándoles, ¿Cuál vieron más en su país?, ¿Qué es lo que más les recuerdan?, ¿Qué disfrutaban más de ellos?, como posdata, ¡Feliz día del niño! (en Panamá y Venezuela).


Twitter: @Albert1027