Reseña: Live-action de One Piece

Por el 9.10.23

Ya pasaron días desde el estreno de la esperada serie Live Action de One Piece, y es hora de analizar esta producción, que en su momento (cuando se anunció) causó mucho revuelo en el mundo del manga y anime, más por el historial que tiene la plataforma por sus fallidos intentos en adaptar este marital a la acción real, pero, ¿Realmente logró ser la adaptación que todos querían?.


Para empezar creo que lo mejor es empezar por los antecedentes. Antes de que el proyecto de One Piece se lograra, Netflix venia de fracasar con proyectos como la película de Death Note y recientemente la serie de Cowboy Bebop; sin embargo, la plataforma de streaming sabia de antemano que el anime era un terreno fértil, y animes como Nanatzu no Taizai, Knights of Sidonia, entre otras, mostraban que el interés que tenia la gente por ese contenido.


Tras eso Netflix adquiere los derechos para emitir la adaptación al anime del manga creado por Eiichiro Oda, con la particularidad de tener una versión sin censura con un redoblaje al español. Después de años tras un fallido intento en Cartoon Network de programar una versión hecha por la empresa 4Kids obteniendo un éxito sin precedente en el mundo. Después de eso salió la noticia de una serie live action de la serie anime, sabiendo de los riesgos que esto trae consigo.


Al ser vista de detenidamente, la serie es argumentalmente muy fiel al manga/anime, aunque se nota que el paso de la historia es muy acelerado (considerando el numero de capítulos en el que se desarrolla la trama del East Blue). Aun así logran que el espectador se enganche por completo del espectáculo que se proyecta, y que se interese en los personajes en sus historias, los creadores han puesto el mayor cuidado en esta serie. Los decorados, las secuencias de acción e incluso, para sorpresa, los actores aportan mucho, en vez de dar algo de "cringe" o sentirse alejado en esencia de la obra original, como sucedió con otras adaptaciones.


Iñaki Godoy como Luffy convence mucho, ya que es muy capaz de mantener la tontería del personaje sin hacerlo insoportable, y eso merece un aplauso, a parte, le da más madurez sin que este pierda su esencia, lo mismo se puede decir del resto del cast principal, incluido el doblaje (donde Iñaki también se destaca, aunque, se puede cuestionar un tanto que se autodoblara Taz Skylar como Sanji). Alguien que además se logra reivindicar es Arata Mackenyu, quien a pesar de llegar del fracaso de la película live-action de Saint Seiya (que no es su culpa, vale decir), logra interpretar de forma impecable a Zoro.


Podríamos añadir además que Morgan Davies como Coby fue el más sobresaliente, se siente que su historia tuvo un mejor desarrollo que el resto, además, de tener mas protagonismo que en el anime. Menciones especiales para Jeff Ward como Buggy el Payaso y Vincent Regan como Garp


Para terminar hay que decir que tampoco es una obra perfecta, hay cosas que aún no lograr convencer en los momentos entrañables, por ejemplo: Cuando Shanks pierde un brazo para salvar a Luffy, la despedida de Sanji del Baratie, y la muerte de Belmere, las cuales no generan el impacto en el espectador, como si lo logra su versión animada.


La experiencia es gratificante y muestra que al menos hay una posibilidad de traer obras del manga al mundo real, y One Piece ha mostrado cual es el camino, aunque claro, ya es cuestión de que este serie live-action logre mantenerse recta, porque el camino por adaptar se tornará más complicado.