Moana 2: Analistas explican porque la secuela pasó de serie a una película

Por el 8.2.24

En reporte especial con analistas, Variety explicó porque la historia secuela de Moana pasó a ser largometraje. Bob Iger, consejero delegado de Disney, explicó en la última conferencia de resultados de la compañía que Moana 2 se convirtió en una película después de que los ejecutivos quedaran impresionados por las primeras imágenes, "Supimos que merecía un estreno en cines", dijo.


En 2020, durante el apogeo del amor de la industria del entretenimiento por el streaming, la secuela del éxito animado de Disney en realidad estaba destinado a convertirse en una serie de televisión para Disney+, hecho que cambiaría públicamente este miércoles (7), y con motivos algo obvios. 


"La estrategia de Disney ya no consiste en gastar mucho en contenidos de streaming con la esperanza de atraer suscriptores [a Disney+]", afirma Eric Handler, analista de investigación de Roth MKM. "Se preguntan: '¿Cómo maximizamos los ingresos y la rentabilidad?".


Tras muchas pruebas y errores (y mucho tiempo durante la pandemia para experimentar), los estudios tradicionales -y algunos streamers- han deducido principalmente que el mejor valor financiero se encuentra en estrenar las películas exclusivamente en las salas de cine. 


Se considera que el estreno en salas genera notoriedad y expectación para alimentar los ingresos de las ventanas secundarias, como el entretenimiento doméstico y las ventas en DVD (dos elementos que la compañía empezó a descartar tras el "excite" con Disney+), y los eventuales estrenos en streaming. Por no hablar de todos los productos secundarios (muñecas, camisones, botellas de agua y zapatillas con la cara de Moana) que conlleva hacer una película para niños.


"Los cines tienen un historial demostrado de dar a conocer las películas y aportar dinero", Chris Randleman, director de ingresos de la cadena tejana Flix Brewhouse. "Es increíble ver que los estudios vuelven al modelo tradicional, que siempre ha funcionado".


Más allá del dinero extra, existe la esperanza de que los estrenos en salas de cine tengan un impacto cultural más duradero. Existe el argumento de que las películas "directas al streaming" tienden a desaparecer rápidamente de la conversación. "Moana" es el mejor ejemplo de demanda duradera durante ocho años. 


Pero Disney ha aprendido por las malas que la familiaridad con la marca ya no basta para convencer al público de que visite su multicine más cercano. "La película tiene que ser buena", dice Handler. "Muchas secuelas han fracasado porque la calidad es mala".


El estudio está desarrollando otra versión, pero al live-action con Dwayne Johnson de nuevo como la deidad tatuada Maui. Aunque está previsto que llegue a los cines el 27 de junio de 2025, muchos analistas creen probable que el estreno del live-action se retrase para distanciar las brechas entre ambas aventuras.


Si no se suscitan cambios, el estreno de Moana 2 tiene pautado su estreno en cines para el 27 de noviembre de este año.