Hub Entertainment Research: Compartir contraseñas disminuyó más de un 10% en el primer trimestre

Por el 8.9.24

Según una reciente investigación de datos de Hub Entertainment Research (vía Prensario), un analisis arrojó que práctica de compartir contraseñas de streaming a personas no suscritas disminuyó más de un 10% entre los principales servicios en el primer trimestre (finalizado el 31 de marzo).


Netflix fue el primer gran servicio de streaming en tomar medidas enérgicas contra el uso compartido de contraseñas el año pasado, y Hulu comenzó a aplicar sus restricciones en marzo. A ellos pronto se unirán Max, que se espera que comience a aplicar sus medidas este otoño, y Disney+, que empezará este mes de septiembre.


Netflix vio una disminución del 18,2% en el uso compartido de contraseñas, seguido por un 17% entre los usuarios de Hulu + Live TV y Max, un 12,5% en YouTube TV, un 12% entre los usuarios de Disney+ y un 9,4% entre los suscriptores de Hulu. Paradojicamente, el uso compartido de contraseñas aumentó un 14,2% entre los usuarios de Prime Video, quien no ha aplicado -todavía- medidas severas.


Según el TV Churn Tracker de Hub, el 25% de los espectadores de TV admiten usar un servicio SVOD con las claves de otra persona, replica MediaPlay News. Con los principales servicios de streaming comenzando a recuperarse de la pérdida de cientos de millones de dólares anuales, la aplicación de medidas contra el uso compartido de contraseñas parece estar funcionando a corto plazo.


Ahora, aunque todo esto puede sonar "bonito" para la empresa, el análisis arroja dos incógnitas en cuanto a los efecto a largo plazo en las tasas de suscripción de los streamers. ¿Se verán los consumidores impulsados a suscribirse por su cuenta si ya no pueden aprovechar la cuenta de otra persona? Y, en caso afirmativo, ¿cuán leales serán a la plataforma?


Hub descubrió que los espectadores que utilizan contraseñas de otros son más propensos a ser jóvenes, no blancos y con hijos. Como se señaló en informes anteriores de Hub, el perfil demográfico de quienes comparten contraseñas sugiere que son espectadores que valoran mucho la TV y utilizan varias fuentes de contenido.


Es notable que quienes comparten contraseñas en realidad pagan por muchas de sus propias suscripciones, incluyendo seis o más servicios. Es un error suponer que las personas que usan la contraseña de SVOD de otra persona lo hacen porque no quieren pagar por televisión. Además, entre los suscriptores de TV paga tradicionales y en línea, quienes comparten contraseñas son también usuarios más frecuentes de canales de cable premium. De hecho, utilizan más fuentes de TV, tanto de pago como gratuitas, en comparación con aquellos que no comparten contraseñas, según Hub.


Aunque los que comparten contraseñas son grandes consumidores de televisión, tienen tres veces más probabilidades de agregar o cancelar servicios en un mes típico en comparación con quienes no comparten. Además, hay fuertes indicios de que los que comparten contraseñas son "rotadores en serie", con un 67% volviendo a suscribirse a un servicio al que ya se habían suscrito en el pasado.


Entre quienes comparten contraseñas, el contenido y el costo son los factores que impulsan las altas y bajas de suscripciones. Las principales razones por las que estos consumidores agregan un servicio de TV son el contenido específico y la cantidad de contenido disponible. Pero los costos de suscripción se mencionaron casi con la misma frecuencia como motivo para registrarse, según Hub.


La empresa de investigación sostiene que los beneficios de tomar medidas contra el uso compartido de contraseñas serán incrementales, no sustanciales. El desafío es si los que comparten contraseñas son "churners en serie" de suscripciones: jóvenes que ya tienen muchas suscripciones de TV y buscan valor, de ello, "cuando se suscriben a un servicio, es probable que no permanezcan en él por mucho tiempo", dice el informe.


Hub cree que los que comparten contraseñas ya han alcanzado el límite de su gasto en TV, y agregar un servicio significa cancelar otro para poder hacerlo. El único punto positivo para los streamers es que la mayoría de estos consumidores vuelven a los servicios que han cancelado si el contenido los atrae. "Con las SVODs bajo presión para obtener rentabilidad y gestionar los costos de producción, la aplicación de restricciones de contraseñas es imperativa, incluso si solo genera ingresos incrementales", concluye el informe.