Reseña y crítica de doblaje: Dragon Ball Super Broly (Libre de spoilers)


Tiempo ha pasado desde mi última reseña y crítica de doblaje. Habiendo salido desde el cine hace solo unos minutos de ver Dragon Ball Super: Broly he querido ofrecerles mi visión sobre esta película.

¡Como pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando asistí con mi primo muy emocionado para ver la película de Dragon Ball Z: La batalla de los dioses. Muchos insistían en que esa película sería lo último que veríamos de Dragon Ball, pero en esa ocasión vaticiné que aquella película sería solo el comienzo de una gran y nueva aventura. ¡Afortunadamente no me equivocaba! Desde ya aclaro que esta reseña está libre de spoilers sobre la trama de la película, así que puedes seguir leyendo con total tranquilidad.

Estreno de La Batalla de los dioses. Octubre de 2013

Seis años han pasado ya desde aquel estreno que inició un nuevo auge de Dragon Ball en Japón, Latinoamérica y el resto del mundo. Definitivamente me siento como en los 90. ¡Hasta Cartoon Network nos "regaló" un hermoso momento de nostalgia volviendo a repetir capítulos viejos justo cuando la serie estaba en lo más emocionante! No sé por qué Raditz se me viene a la cabeza. 😒

Ironías aparte, debo decir que esta película sin duda se trata de una de las mejores jamás creadas para la serie, la que ha ido evolucionando paulatinamente con los años. Si La batalla de los dioses se enfocaba en la parte cómica de Dragon Ball, para luego enfocarse un poco más en las peleas en La resurrección de Freezer, con Dragon Ball Super: Broly volvemos a las épocas más doradas de Dragon Ball Z con batallas épicas y duraderas. De hecho esta es una de las películas que posee menos diálogos en toda la franquicia pero que paradójicamente intenta engancharte con un argumento inicial un poco más profundo. Como todos pudieron apreciar en los múltiples trailers, la cinta profundiza en el origen de la raza Saiyajin con un argumento más allá de lo que se había visto en la serie, alterando algunos hechos para ajustarlos a lo que Toriyama desea mostrar, dejando la puerta abierta para una nueva temporada (que ya fue estrenada en el manga con una historia muy interesante).

Estreno de Dragon Ball Super: Broly. Enero de 2019.
(¡Los años no pasan en Balde! 😆)

Cabe aclarar que no todo son peleas y hay bastantes momentos cómicos que sacaron más de una risa a los espectadores. Se echa en falta, eso sí, la aparición de muchos personajes (el torneo del poder me acostumbró a ver a la mayoría de los personajes de la serie interactuando entre sí) y el final definitivamente no será del agrado de muchos de los fans, pero, al igual como hizo La batalla de los dioses en su momento, deja la puerta abierta para una nueva temporada de anime que Toei anunciará dentro de poco.

Pasando a hablar específicamente del doblaje, debo decir que todos los actores alcanzaron su "prime". Mario Castañeda (¡POR FIN!) recuperó ese tono que Gokú tanto necesitaba sin tener que recurrir a esos tonos forzados que venía usando desde el 2013. Definitivamente estamos ante el mejor trabajo de Eduardo Garza, que se dio a la tarea de recuperar incluso a actores que estaban totalmente retirados del doblaje, como Roberto Sen para Paragus. ¡Por dios, si hasta recuperó a la voz original de Nappa, José Luis Castañeda, quien no hacía doblaje desde hace muchísimos años! Y eso sin contar a la voz protagónica de esta película, Broly, cuyo actor de doblaje Ricardo Brust está vetado de Candiani. Definitivamente Labo ha demostrado ser un digno sucesor de Intertrack, realizando un trabajo impecable en la parte artística, sin vetar a ningún actor, con una mezcla perfecta de voces y sonido, e incluso añadiendo eco a los gritos, tal y como hacía nuestra querida Intertrack. Debo decir que ahora entiendo la razón de que Ricardo Brust quedara afónico y con problemas de garganta luego de grabar a Broly. ¡Qué personaje tan brutal! Creo que Gokú y Vegeta nunca habían recibido una paliza de tal magnitud.

Por otro lado, Mireya Mendoza como Gine se lleva todos los aplausos, ¡qué momento más emotivo! Hasta el señor Abel Rocha con sus 93 añazos (sí, leíste bien) se escucha increíble como Shen Long. El doblaje definitivamente se lleva el globo de oro, recuperando el 100% de las voces originales de los personajes (de los que aún viven, por supuesto). Lalo Garza, te la has rifado. Claro que el doblaje no estaría perfecto sin contar con la traductora original, Brenda Nava, realizando una traducción y adaptación impecables de cada uno de los diálogos y directamente del japonés.

Para quienes aún no ven el final del torneo del poder, el argumento de la cinta puede causar un poco de confusión al comienzo (sin mencionar tamaño spoiler), debido a que la película se ubica cronológicamente después de los acontecimientos de dicho arco (nuevamente mil gracias Cartoon Network por arruinarlo).

Deseo con todas mis ansias que cuando se confirme el doblaje latino de la nueva temporada de Dragon Ball Super este sea realizado en Labo (¡Toei, por favor abre los ojos!). Candiani demostró una gestión nefasta y patética con sus vetos y despidos ridículos, dejando fuera a Ricardo Brust y Brenda Nava y con su horrorosa dirección musical (con solo acordarme del Opening 2, siento que la apatía me está agotando).

Dragon Ball Super: Broly está batiendo récords de taquilla en todos los países en los que se ha estrenado hasta la fecha, y en Latinoamérica ha recaudado más dinero que todas las anteriores películas de Dragon Ball, lo que deja en claro que a pesar de su enorme longevidad, la serie está más viva que nunca.

¡Y llegamos al final de este artículo! Definitivamente creo que ahora me deleitaré con disfrutar de la película por segunda vez pero en su versión original japonesa. Sigo pensando que es una proeza extraordinaria que la señora Masako Nozawa, voz de Gokú, pueda seguir interpretando a Gokú de una forma tan brutal a sus 82 años. ¡Ni yo puedo hacer esos gritos! Tal como dije hace seis años en mi reseña de La batalla de los dioses, invito a todos a que no se pierdan la fantástica oportunidad de disfrutar de esta película en el cine, y desde ya les digo que... ¡esto no es el final, sino sólo el comienzo! 😉