[Especial] Del mundo para Japón: Las versiones japonesas de personajes occidentales

Por el 12.12.21

Primero que nada, un desmentido: en la industria del entretenimiento; cada país tiene su estilo particular e inconfundible, y por lo tanto, una obra artística o pieza audiovisual siempre traerá consigo una esencia imborrable de su país de origen, incluso si ésta tiene una fuerte influencia de los trabajos foráneos. Por supuesto, ésto no hace nada automáticamente bueno ni malo, todos los países tienen buenos ejemplos sobre cómo hacer tanto buen cómo mal cine, televisión, animación, literatura, videojuegos, etcétera. Por lo tanto, ésta columna especial no está hecha con la intención de medir ni comparar calidad (aunque sí verán mi criterio de varias de las piezas que usaré de ejemplo), si no de ver cómo unas obras artísticas de distintos países se adaptan al estilo particular de otro bastante diferente.

Dicho todo ésto, cuándo hablamos de las distintas regiones del mundo, el continente asiático es uno que resalta culturalmente por distintos motivos. Ya sea por su convulsa historia política y social o porque en lugar de tratar de ejercer influencia en otras partes del mundo mediante conquistas, varios de los países de éste continente prefirieron mantenerse y gobernarse (y pelearse entre ellos) solos. Claro, hay casos cómo los de la India o Hong Kong, que llegaron a ser parte del Imperio Británico, pero lograron mantener sus costumbres y tradiciones a pesar de la colonización hasta posteriormente volverse uno independiente y el otro una Zona Especial Administrativa relativamente independiente de la China Continental (aunque esa independencia y autonomía está comenzando a mermar, pero ésa es una historia concerniente a otros portales de noticias y opinión). En cualquier caso, y fuera de los intentos del antiguo Imperio Japones de querer expandirse, en general, Asia ha logrado conservar su identidad cultural en su mayor parte, pero no por éso se han aislado del mundo (bueno, fuera de Corea del Norte, pero éso es caso a parte), y por lo tanto, han logrado mantener un buen balance entre sus tradiciones y la cultura occidental. 

En el caso del Japón, ésto ha sido particularmente interesante en su industria artística, ya que la influencia de los trabajos de otros países (especialmente Estados Unidos) es palpable. Digo, ¿que sería se gente cómo Osamu Tezuka (Astro Boy, Black Jack, Kimba) y Shigeru Miyamoto (Super Mario, La Leyenda de Zelda, Star Fox), o de personajes cómo Doraemon de no ser por la influencia de los trabajos de Walt Disney (quién no necesita presentación), Carl Barks (cómics del Pato Donald y Rico McPato), los Hermanos Fleischer (cortos cinematográficos de Popeye y Superman) y Hanna-Barbera (estudio que tampoco necesita presentación)? Y aún con ésa fuerte influencia, sus trabajos siguen teniendo ésa esencia y estilo inequívocamente japones, ya que al final del día, la influencia de la vida personal es igual de fuerte en las obras de un artista. 

En ése orden de ideas, la industria japonesa del entretenimiento es fácilmente la más famosa e influyente del continente asiático, razón por la cual se ha vuelto no solo redituable cuándo se exporta, si no que también, el mercado japones se ha vuelto uno de prioridad para varias productoras occidentales. Es por ello que varias veces, dichas productoras occidentales y japonesas han trabajado juntas para así ofrecer un punto intermedio. Digo, si los japoneses gustan de sus propios trabajos cómo de los de otras latitudes, ¿porque no hacer que los japoneses hagan algo con ésos personajes de afuera?

Y es bajo ésa lógica que surge la siguiente lista de trabajos, por la ambición de las productoras occidentales de llegarle a un público receptivo pero particular, y las ansias de los artistas japoneses de darle su toque único a los trabajos de otros. Por supuesto, seguro notarán el patrón de cómo varias de éstas adaptaciones están basadas en personajes que ya eran populares entre los japoneses, pero es lógico, ya que no puedes volverte fanático de algo sin haberlo visto antes, y sería arriesgado darse el lujo de hacer algo completamente nuevo sin saber si hay un publico para ello. 

Prepárense, que están a punto de ver a varios personajes ampliamente conocidos cómo no los habían visto antes. Éso sí, me abstendré de hablar de videojuegos japoneses basados en obras occidentales, y de literatura occidental adaptada por los japoneses, en el primer caso porque ese es un ámbito muy particular y casi siempre se mantiene la esencia del trabajo original en el videojuego (creo que sólo Kingdom Hearts y Marvel vs. Capcom serían los únicos ejemplos donde sí se nota la mano creativa japonesa y más que nada por la naturaleza de los mismos), y en el segundo, porque ya hay una sección sobre esas adaptaciones en ésta página (Adaptaciones literarias al anime por nuestra compañera Salma Hernández), por lo que sería redundante hablar sobre ello (y porque sería un tema demasiado extenso). Una cosa más: aunque tenía intenciones de hablar de las versiones japonesas de los personajes de Marvel, me dí cuenta de que ése apartado iba a ser bastante extenso debido a la enorme cantidad de adaptaciones que los nipones han hecho de ésos personajes (especialmente Spider-Man, quién es sumamente popular por esos lares), por lo que dejaré las adaptaciones orientales de la Casa de las Ideas para otra ocasión (de hecho, ni siquiera hablaré de todas las adaptaciones japonesas que existen de personajes occidentales, sólo las más interesantes). 

Sin más que agregar, empecemos éste viaje a la Tierra del Sol Naciente.

El "Batmanga" de Jiro Kuwata

A falta de Marvel, bien podemos hablar de DC. Aunque no tan prolífico en cuanto a adaptaciones japonesas cómo su contraparte roja, DC sí ha logrado hacer un par de adaptaciones niponas de sus personajes, y con "sus personajes" me refiero a Batman y Superman. Recordemos que fuera de ellos (y en menor medida la Mujer Maravilla) DC parecía ignorar que tenían más personajes cuándo de adaptaciones se trataba, al menos hasta que Warner Bros. puso en marcha los planes de hacer su propio universo cinematográfico para hacerle frente a Marvel y Disney y terminaron de recordar que, en efecto, tienen más personajes. Por que admitamoslo, fuera de proyectos que involucraban a equipos completos, DC no daba ni medio por el resto de sus héroes fuera de su medio de origen. Dicho ésto, aunque no tan populares cómo Spider-Man, la triada de DC siempre ha tenido un nivel sano de popularidad en Japón. De hecho, Superman fue una de las muchas inspiraciones para Osamu Tezuka, y tanto los cortos de los Fleischer cómo la serie de George Reeves se volverían muy populares en su momento. Finalmente, Batman terminó por desatar una breve aunque influyente "Bati-manía" con la serie de Adam West en los 60. Ésto motivo a la revista Shonen King a pedir permiso a DC para así adaptar las historias de Batman al mundo del "manga". 


De ésta forma, se le encargó a Jiro Kuwata escribir y dibujar nuevas historias del Caballero de la Noche, las cuales, a pesar de que fueron hechas para capitalizar el éxito de la serie de los 60, éstas se caracterizaron por ser bastante más fieles al estilo detectivesco y lúgubre de los cómics de Bob Kane y Bill Finger, incluso adaptando a algunos de los villanos que se quedaron en aquella ya añeja etapa, muy notablemente Lord Deathman, quién solo apareció una vez en aquella época, razón por la que se volvió sinónimo con ésta versión del hombre murciélago. 

Su estilo visual, aunque es el clásico estilo derivado de las obras de Tezuka, está muy bien realizado y dibujado con mucha energía, sin mencionar que le queda muy bien a Batman, quién se ve cómo todo un héroe japonés de los 60. A eso sumemosle la paleta monocromática de colores del manga y tenemos cómo resultado una adaptación bastante leal e irresistible del héroe oscuro de DC. Curiosamente, aquí nuestros héroes siguen siendo estadounidenses y resuelven casos en Ciudad Gótica, a diferencia del resto de las adaptaciones que veremos más adelante, donde las historias son adaptadas para desarrollarse en el Japón, en algunos casos incluso cambiando sus nacionalidades y nombres. 

Ésta versión de Batman es bastante recordada en Japón, tanto que DC finalmente terminó por lanzar una traducción al inglés de éstas historias en 2014. Y antes de éso, en la serie Batman: El Valiente, el manga recibió un homenaje en el episodio "Los casos más extraños de Batman" de 2010 con un segmento en el que Batman y Robin pelean una vez más contra Lord Deathman. Aunque existen más adaptaciones japonesas de Batman, ésta es de lejos la más interesante.

Portada del Volumen #1 del relanzamiento de 2014.

Las (Súper) Tortugas Ninja

Cuándo Peter Laird y Kevin Eastman crearon a éste cuarteto de héroes verdes en 1984 cómo una parodia afectuosa a los cómics de la época, jamás pensaron que se volverían un fenómeno cultural que prevalecería hasta nuestros días. Por supuesto, aunque la historieta original fue un éxito, sería la serie animada de 1987 (basada en la linea de juguetes de Playmates, la cuál tenía control creativo sobre la misma) la que catapultó a las Tortugas al imaginario colectivo. Y por supuesto, un país con el cual la franquicia hizo "clic" de inmediato fue Japón (donde de hecho se animaron las primeras tres temporadas y se desarrollaron los hoy aclamados videojuegos basados en la serie), lo cuál tiene sentido considerando que estamos hablando de ninjas. Pues bueno, luego de que la serie alcanzara muy buenas audiencias en TV Tokyo y los juguetes (distribuidos en el país por Takara) volaran de las tiendas, en Mirage Studios (estudio independiente que cerró éste año y antigua dueña de la franquicia) se pusieron manos a la obra para crear una versión japonesa del equipo de ninjas con caparazón. 

Aquí entra la historia de las Súper Tortugas, la cuál trata sobre cómo Destructor, Krang, Rocoso y Bebop pelean contra Leonardo, Rafael, Donatello y Miguel Ángel en una carrera para encontrar las MutaPiedras, unas rocas de mutágeno cristalizado con poder mágico que transformará a quienes las porten en Súper Mutantes al momento de gritar "¡Súper Mutación!", al más puro estilo del tokusatsu, aunque afortunadamente nuestros héroes contarán con la ayuda del hada Kris Mu, la adorable guardiana de las MutaPiedras. Cómo pueden notar, es un concepto de historia muy japones.

La historia fue contada mediante un manga escrito e ilustrado por Hidetada Idemitsu que salió en la revista Dengeki Comics a los largo de julio de 1995, recibiendo una secuela en la forma de una mini-serie de dos episodios dirigidos por Shunji Oga (director de episodios de Anpanman [incluyendo varias de sus películas] y Transformers Animated) lanzados en 1996 y 1997 respectivamente, los cuales fueron lanzados bajo el titulo traducido de "Las Tortugas Ninja: La Leyenda de los Súper Mutantes". Por supuesto, ésta historia fue creada para promocionar la linea de juguetes "Super Turtles" de Takara (exclusiva de Japón), con la mini-serie siendo producida por TV Tokyo y realizada por Tsuburaya Productions. 

Interesantemente, ésta historia toma cómo referencia la serie de 1987 (conservando los mismos diseños de personajes y voces del doblaje japones, con la excepción de Destructor, aunque su cambio de indumentaria es explicada en el manga), por lo que bien podrían considerarse episodios especiales o "perdidos", aunque el Multiverso de la franquicia la reconoce cómo una realidad alterna, al igual que el cómic de Archie, que también tomaba cómo referencia la serie, pero que fue evolucionando en su propia versión de los personajes. 

De cualquier forma, tanto el manga cómo la mini-serie son un par de piezas interesantes y divertidas en la historia de las Tortugas, y bien vale la pena verlas para entretenerse un poco. Tal vez (y al igual que la misma serie del 87) no esté a la altura de ninguna las series animadas posteriores, pero sigue siendo divertida. Y su intro es bastante pegajoso:

Las Tortugas del Zodiaco

Lilo y Stitch... pero sin Lilo

La relación entre Hawaii y Japón es interesante. Tras varios problemas y controversias políticas entre el antiguo reino y el Gobierno de los Estados Unidos, las islas hawaianas terminarían por convertirse a la fuerza en el estado número 50 del gigante anglosajón. 

Años después, Japón atacaría Pearl Harbor, ubicada en el ya territorio estadounidense correspondiente a Hawaii, lo que desembocaría en la (retrospectivamente hablando) tardía entrada de los gringos a la Segunda Guerra Mundial. Y aún con todo éso, la relación entre ambos territorios es bastante positiva. Incluso antes de independizarse brevemente de Inglaterra, ya existía una importante cantidad de migrantes japoneses en las islas hawaianas, y en la actualidad, la descendencia y migración japonesa en Hawaii alcanza un importante 16% de la población local (sin contar los hijos de familias mixtas con hawaianos puros y estadounidenses caucásicos). 

Si a éso sumamos que Hawaii es una parada turística común entre los japoneses, no es extraño que la excelente Lilo y Stitch de 2003 fuera popular en la tierra de los samuráis (de hecho, dada la importante cantidad de inmigrantes y descendientes asiáticos en las islas, también fue muy popular en Asia cómo un todo, pero de éso más adelante). Particularmente, el irreverente Stitch se volvió sumamente popular entre los fanáticos japoneses, razón por la que el experimento azul es bastante prominente en la versión de Tokio de Disneylandia, y su mercancía es común entre las japonesas. Por supuesto, la Casa del Ratón no perdió el tiempo, y una vez que finalizó la serie animada secuela con Leroy y Stitch de 2006, se pusieron manos a la obra con un spin-off exclusivo para los japoneses.

Fue así cómo en 2008 debutó de la mano de Disney Japón y MadHouse la serie ¡Stitch! en las pantallas de TV Asashi. En ésta serie, Stitch accidentalmente aterriza en una isla (ficticia) al sur de Japón en la prefectura de Okinawa, donde conoce y entabla una gran amistad con Yuna Kamihara, una niña local que introduce a Stitch a la cultura de la isla y sus abundantes leyendas y mitos, disfrutando de innumerables aventuras. Stitch decide quedarse en la isla cuando conoce más sobre la Gran Piedra Espiritual Chitama, que se dice cumple deseos. Aún así, cumplir el sueño de Stitch no es tan fácil como parece, ya que deberá hacer una gran cantidad de cosas buenas para merecer que la mítica piedra lo ayude, lo que se convierte en un difícil desafío para su naturaleza irreverente. A pesar de los obstáculos, sin mencionar las malvadas intervenciones del Dr. Hamsterviel, Gantu y otras fuerzas malignas, con la ayuda y el apoyo de Yuna y sus amigos, y con un invento de Jumba que contabiliza las cosas buenas que hace, Stitch sale a cumplir su misión para obtener el poder más grandioso del universo. Y Pleakley también está por si acaso. 

Cómo podrán ver, ésta serie reemplaza la cultura hawaiana con la cultura okinawense, y traslada gran parte de la trama de la película y la serie a un nuevo escenario. Aunque originalmente ésta serie no pretendía mantener continuidad con la película original, eventualmente se establece que es una secuela distante que no toma en cuenta las secuelas, con Stitch reuniéndose con una Lilo adulta (y su hija) en la tercera temporada, y se establece que Stitch huyó sintiéndose abandonado debido a que entre la universidad y estar cuidando de su hermana Nani luego de ésta quedar embarazada (se implica que en un embarazo de alto riesgo), Lilo ya no lo visitaba. Afortunadamente, ambos aprenden que a pesar de todo, siguen siendo ohana y que se siguen amando mutuamente, por lo que terminan reconciliándose, aunque Lilo aconseja a nuestro experimento 626 a quedarse en Okinawa, ya que sería injusto que Yuna pasara por lo mismo que él pasó. 

En general, la serie es bastante buena y emotiva, y mantiene el mensaje de la cronología original intacta (aunque nuevamente, si nos ponemos a comparar, me quedo con la película). Lamentablemente, y por alguna razón, Disney decidió aplicarse a sí misma un "4Kids" y cuándo comenzaron a exportar la serie, ésta sufrió de cambios, ediciones y hasta alteraciones de guión para hacerla más familiar (la versión japonesa a veces se ponía más oscura de lo que acostumbra la franquicia) y tratar de establecerla dentro del canon de la serie animada, perdiendo gran parte de la chispa original. Incluso ponen que la razón por la que Stitch huye es por celos debido a que Lilo consiguió un novio y comenzó a descuidarlo, tirando así a la basura no sólo el mensaje de la película, también la construcción de su relación durante las secuelas y la serie. 

¿El lado bueno? Que al menos para el doblaje latinoamericano se mantuvo la mayor parte del elenco original, salvo por el legendario Maynardo Savala cómo Jumba, quién falleció antes de doblarse la serie, siendo reemplazado por el igualmente talentoso Armando Réndiz, aunque por alguna razón Raúl Aldana fue reemplazado en la tercera temporada por Carlos Castro cómo Stitch, mientras que Yuna sería interpretada en las primeras dos temporadas por Monserrat Fernández y en la tercera por Sara Gomez (quién ha alcanzado fama recientemente por su roles cómo Moana, Miss Minutes en Loki, Anya Corazón/Spider-Girl en la serie de 2017 de Spider-Man y Chloe en Viajes Pokémon... por cierto, apoyen nuestra causa o no escribo más por ingratos).

La serie se mantuvo al aire durante tres temporadas y con varios especiales hasta 2015, que es cuándo finaliza ésta curiosa etapa de la franquicia, siendo reemplazada en 2017 por la serie animada china Stitch y Ai (la franquicia también es muy popular en China), la cuál sí toma en cuenta toda la cronología original por haber sido supervisada más de cerca por Disney, y donde el rol de Lilo y Yuna es cubierto por Wang Ai Ling

Aún así, más adelante, en 2020 saldría Stitch y el Samurái, manga de Hiroto Wada que sí es un completo reinicio de la historia y que se ubica en el Japón feudal (más específicamente en el periodo Sengoku, es decir, en medio de una guerra civil), donde la historia es casi la misma hasta la llegada de Stitch a la tierra, para luego cambiar radicalmente a partir de que es adoptado por el jefe militar Meison Yamato, quién lo considera un perro mapache (o tanuki) muy lindo, especialmente por su pelaje azul. Definitivamente, todas son versiones de Stitch que deberían ver para creer, o por lo menos conocer.

Los tres 'intros' japoneses de la serie.

Las muchas visiones de Star Wars

Cómo muchas obras ficticias, Star Wars tuvo durante su proceso de creación varias fuentes de inspiración, entre las cuales podemos contar las clásicas películas western, las mitologías de varias culturas, otras obras espaciales cómo Flash Gordon y Viaje a las Estrellas, la Alemania Nazi en lo que respecta al Imperio Galactico, y por supuesto, las películas de samuráis de época feudal de Akira Kurosawa, ésto ultimo especialmente notable en la forma de combatir y en los principios de los caballeros Jedi y los guerreros Sith

Más allá de ésta inspiración, el universo de la Guerra de las Galaxias es sumamente popular entre los japoneses, siendo una de las muchas inspiraciones para artistas cómo Akira Toriyama (Dragon Ball). De hecho, existe una interesante anécdota sobre el estreno de Una Nueva Esperanza en Japón durante 1977: cuándo Alan Ladd Jr. (entonces presidente de 20th Century Fox, hoy 20th Century Studios) estuvo presente en la premiere del filme en Tokio, al inicio temió que la película pudiera ser un fracaso debido a que una vez que había finalizado la proyección se dio cuenta del completo silencio en el que estaba la sala de cine. Al comentarle ésto a los encargados de la Fox en Japón, éstos le aclararon que, por el contrario, en Japón (y en Asia en general) un "silencio solemne" al final de una película es un equivalente a una ovación en términos de aclamación, con la película siendo un éxito en el país poco después. Aún así, no sería hasta 1997 cuándo George Lucas autorizaría una adaptación japonesa de sus películas, cuándo para promocionar las "Ediciones Especiales" de la Trilogía Original y el estreno del Episodio I (La Amenaza Fantasma) se publicaron versiones "manga" de los cuatro filmes.

Sin embargo, esas sólo serían adaptaciones de historias ya conocidas. No sería hasta la llegada de éste moribundo 2021 que veríamos no una, si no nueve historias completamente nuevas. Star Wars Visions debutó el pasado septiembre en Disney+ y se trata de una antología animada conformada por nueve cortos (o episodios) en la que distintos artistas y estudios de animación de Japón ofrecen su propia visión de éste gigantesco universo. 

De manera bastante interesante, buena parte de éstos cortos muestran nuevas culturas nunca antes vistas dentro de distintos planetas, algunas de las cuales recuerdan precisamente a la cultura japonesa, y se hace también bastante énfasis en las similitudes entre los Jedis y los samuráis, por lo que podríamos considerar que con éstas conexiones se completa un ciclo creativo. Si bien, todos los cortos son buenos, tengo que admitir que (y a diferencias de todas las demás entradas de ésta columna que no pasan de ser "chéveres") los cortos del tercero al octavo son bastante excepcionales con sus respectivos estilos únicos, personajes rápidamente entrañables y animación estupenda. 

También es interesante ver que gran parte de los cortos terminan con finales semi-abiertos o con sus protagonistas dirigiéndose a vivir nuevas aventuras, los cuales, aunque satisfactorios, sí te dejan con muchas ganas de ver más sobre los personajes. ¿Que harán ahora los gemelos Karre y Am ahora que se separaron en malos términos? ¿Que será de F? ¿Lah y T0-B1 se podrán convertir en maestros Jedi igual de excepcionales que sus respectivos padres? ¿La familia de las hermanas Lop y Ocho está destinada a permanecer separada o la Fuerza las volverá a unir? ¿Habrá una segunda temporada con secuelas que den respuesta a éstas incógnitas? ¿Fueron éstos pilotos disfrazados para nuevas series? ¿Que haces aquí en lugar de ponerte a ver la serie? Cómo fanático de las antologías animadas de todo tipo y de Star Wars, no puedo dejar de recomendar Visions.

Tráiler doblado

Las Chicas Súperpoderosas: Edición Z

"Azúcar, flores y muchos colores..." Por supuesto que todos nos sabemos que sigue. Cómo mencioné hace algunos meses, Las Chicas Súperpoderosas son ampliamente conocidas y queridas en suelo japones, ésto en parte por su diseño adorable y por su acción desenfrenada, a veces incluso brutal. Es por ello que una versión japonesa de Bombón, Burbuja y Bellota era sólo cuestión de tiempo, aunque graciosamente, la anécdota sobre su creación es igual de interesante que su misma existencia. 

Luego del tremendo éxito que tuvieron sus transmisiones originales en la versión nipona de Cartoon Network, TV Tokyo trató de hacerse con los derechos de transmisión por televisión abierta. Sólo había un pequeño inconveniente: para los 2000s comenzó a entrar en vigencia una imposición legal que establece que los canales de televisión del Japón no pueden transmitir series de televisión que no sean de origen nipón, de co-producción japonesa, o mínimo que realcen su cultura de alguna manera. Por supuesto, Cartoon Network y TV Tokyo vieron éste problema cómo una oportunidad para así expandir la franquicia. Es por ello que una vez que finalizó la serie original en 2005, ambos canales en conjunto con Toei Animation y Aniplex se pusieron manos a la obra para crear una nueva versión de la serie, sólo que ahora con la mano creativa de artistas locales. 

Cómo dato curioso, Craig McCracken (creador de la serie original) sólo estuvo presente durante la reunión en la que productores de TV Tokyo y Toei hicieron sus propuestas creativas a Cartoon Network, las cuales recibieron su bendición, y fuera de éso no tuvo ningún tipo de participación creativa. Otro dato adicional: el diseño de personajes fue llevado a cabo por Miho Shimogasa, quién cumpliera el mismo rol en Cutie Honey Flash y además fuese directora de animación en la primera adaptación de Sailor Moon.

De ésta forma, Las Chicas Superpoderosas Z se estrenó en las pantallas japonesas el 1 de julio de 2006, y finalizó transmisiones el 30 de junio de 2007 para un total de 52 episodios. La trama cambia radicalmente con respecto a la serie original: en primer lugar, la heroínas titulares son, al menos al inicio de la trama, humanas comunes y corrientes sin ningún tipo de relación familiar entre ellas mismas o al Profesor Utonio, quién además tiene un hijo de 8 años; Ken. A su vez, en lugar de ser niñas que asisten al jardín de niños, son adolescentes de 13 años en sus primeros años de secundaria. También, las tres no se vienen a conocer hasta que comienza la historia y en el caso de Bombón, ella sufre de un cambio de personalidad, ya que aunque sigue siendo el cerebro y la líder del grupo, ahora es más impulsiva, alegre y en general, una "nerd" impresionable que a ratos es irresponsable. 

De la misma forma, los orígenes de los villanos cambian considerablemente con respecto a sus contrapartes estadounidenses, y hay una cantidad considerable de personajes nuevos, incluyendo la familia biológica de nuestras heroínas (Bombón y Bellota viven con sus padres, con la primera teniendo una hermana menor llamada Kasey [Kuriko en la versión original] y la segunda teniendo dos hermanos [mayor y menor respectivamente], mientras que Burbuja vive con su abuela y no tiene hermanos, mientras que sus padres están ausentes, probablemente siendo huérfana). 

Sobre la historia en sí misma, ésta toma lugar en Nueva Saltadilla (Tokio en la versión original), y empieza cuándo el Profesor Utonio, su hijo Ken y su perro robótico Poochie (Peach en la versión original) están experimentando con la Sustancia X, y en un momento de descuido, Poochie deja caer un pastelillo (daifuku en la versión original) en un barril de la mencionada sustancia, la cual, dada la composición del postre, termina por transformarla en un químico nuevo: la Sustancia Z. Debido al impacto de ésta mezcla, la tierra comienza a experimentar una calamidad climática, lo que motiva al impulsivo Ken a cargar con Sustancia Z una maquina de alteración artificial del clima de rayos láser, con la cuál dispara a un iceberg que ha aparecido en la bahía de la ciudad. Cómo resultado, el iceberg explota, lo que por algún motivo ocasiona que el clima vuelva a la normalidad, pero en consecuencia, rayos de luz blancos y negros imbuidos de Sustancia Z comienzan a caer en la ciudad cómo producto de la explosión. Un rayo blanco golpea a Poochie, quién obtiene el poder de hablar y de comunicarse mentalmente con quienes hayan sido golpeados por los otros rayos blancos. Y cómo no podía ser de otra manera, los rayos le dan poderes a quienes los toquen, entre las que se encuentran Momoko Akasutsumi, Miyako Gotokuji y Kaoru Matsubara, quienes son golpeadas por los rayos blancos restantes, convirtiéndose cómo resultado en Hyper Blossom, Rolling Bubbles y Powered Buttercup respectivamente, o cómo fueron renombradas en la versión internacional; Bombón, Burbuja y Bellota, quienes ahora tiene no sólo poderes, si no que también pueden crear armas con las cuales combatir. Por su parte, los rayos negros hacen lo mismo, pero al mismo tiempo realzan los anti-valores y sentimientos negativos de sus victimas, transformándolos así en los villanos de la serie. Y así es cómo da inicio ésta aventura.

Contrario a lo que podrían pensar algunos, la serie se mantiene cómo una comedia de acción satírica que parodia las historias de súper héroes al igual que la serie original, sólo que ahora también son objeto de sátira varios conceptos narrativos japoneses. 

Para que se den una idea, justo después de transformarse por primera vez, Bombón se cruza con el también recién transformado Mojo Jojo, quienes al verse y darse cuenta de sus diseños y del aura que los rodea (blanco y negro respectivamente) llegan a la conclusión de que ella es una heroína y él un villano, por lo que deben de cumplir con su deber narrativo y pelear. De la misma forma, durante la primera mitad de la serie, ésta tiene el mismo formato episódico de la original, con varios de los capítulos divididos incluso en dos historias. Aún así, ésta sí trata de cuidar una continuidad particular con un desarrollo argumental para nuestros personajes, y una vez entrada la segunda mitad de la serie, ésta ya trata de mantener una trama semi-episódica debido a la introducción de ÉL, el principal villano, el cuál se nos presenta cómo un demonio caótico que ha sido resucitado por los Rayos Z negros. Ésto ultimo es gracioso, ya que en la serie original, ÉL era originalmente el villano más temido de la serie, siendo tomado más en serio por nuestras heroínas que los otros villanos, quienes incluso le temían y lo trataban de "Señor", pero poco después fue reducido al mismo nivel de los demás, con Mojo Jojo ocupando su lugar cómo el villano principal. Aquí en cambio, recupera ése temerario papel que tenía. 

De cualquier modo, la serie es bastante divertida y entretenida, y la verdad es que uno se encariña rápidamente con ésta versión de los personajes, mientras que la historia toma rumbos interesantes para las protagonistas. La serie también cuenta con muchos guiños a la versión original que el buen observador y fanático sabrá apreciar. Mi único "pero" es la acción, la cual aunque no es mala, sí es bastante más saneada y lenta con respecto a la original, que cómo dije, era mucho más dinámica y veces se ponía brutal. Lastima que una vez que comenzó a ser exportada, la serie sufrió de ciertos cambios para hacerla más apta para el publico occidental, al mismo tiempo que varias cosas fueron adaptadas para asemejarse más a la serie original, incluyendo el cambio de nombres (por ejemplo, la vida heroica de los personajes titulares es un secreto en la versión japonesa, pero debido a que en la versión internacional sus nombres reales y de héroes son unificados para ser los mismos que en la serie clásica, éste elemento se pierde por completo, ya que, por ejemplo, Burbuja se llama así, igual tanto cómo héroe cómo persona) y la parcial eliminación de elementos de la cultura japonesa (cómo dije, Tokio es cambiado por Nueva Saltadilla). 

También, hay escenas que son editadas por ser consideradas cómo inapropiadas y el orden de los episodios es cambiado radicalmente, sin mencionar que Serpiente de la Banda Gangrena sufre un cambio de genero, siendo fuera de Japón una chica llamada Ivy. Afortunadamente, los cambios no afectan tanto la experiencia cómo en la serie de Stitch, y ésta se sigue dejando ver. Cómo un agregado especial, en la versión latinoamericana se logró mantener la mayor parte del elenco de la serie original, con la excepción de Rossy Aguirre cómo Bellota y Ricardo Hill cómo ÉL, siendo reemplazados por Mariana Ortiz (May en Pokémon: Advanced Generation/Rubí y Zafiro) y Ulises Maynardo Zavala (2da voz de Gazpacho en Chowder en reemplazo de su padre) respectivamente. 

Por otro lado, Ken es interpretado por Isabel Martiñon (Naruto, Gumball y Ben Tennyson de Ben 10), mientras que Poochie tiene la voz de Elsa Covián (Hamtaro y Rarity de My Little Pony). Al final, la serie logró ser un rotundo éxito, e incluso, logró obtener un manga de parte de Shiho Komiyuno que se publicó entre junio de 2006 y junio de 2007 y un videojuego para Nintendo DS publicado por Bandai lanzado el 12 de junio de 2007, el cual, en lugar de ser un beat 'em up o un juego de peleas cómo el concepto lo haría pensar a uno, es un juego de tablero y mini-juegos al más puro estilo de Mario Party. En general, es una divertida entrega dentro de la franquicia de las Súperpoderosas que es recordada con cariño por quienes la vieron tanto dentro cómo fuera de Japón, y aunque en definitiva la serie original es mucho mejor, éso no hace ésta versión menos disfrutable. 

Éso sí, junto con los especiales Las Chicas Súperpoderosas ReinanBaile Siniestro de 2008 y 2014 respectivamente, es lo mejorcito que ha salido de la franquicia desde 2005, ya que bueno... mientras menos hablemos de la serie de 2016, mejor.

Los dos 'openings' y cuatro 'endings' originales de la serie.

¿Topo Gigio?

Síp, Topo Gigio. Tal vez la gente de mi generación pa'bajo no se vaya a familiarizar mucho con éste singular personaje italiano ("topo" es italiano para "ratón"), pero quienes estén entre sus treintas y cincuentas sabrán que éste ratón de goma-espuma fue uno de los iconos más grandes del siglo veinte, y tal vez el títere más conocido sólo después de la Rana René. Tanta fue la fama de éste ratóncito creado por la recién fallecida María Perego que no pasó mucho tiempo para que éste llegara a otras partes del mundo, en donde era siempre recibido cómo toda una celebridad. 

Bien puede él presumir de haber sido amigo y de haberse codeado con gente de la talla de Ed Sullivan (Estados Unidos), Juan Carlos Mareco (Uruguay), Héctor Larrea (Argentina), Xuxa (Brasil), Raúl Matas (Chile), Braulio Castillo (Puerto Rico), Gilberto Correa (Venezuela) y claro, el "terrible" Doctor Chapatín (uno de los personajes más icónicos y queridos del excelentísimo Chespirito), siendo su encuentro con éste último ingeniosamente reeditado cómo uno de los últimos episodios de El Chapulín Colorado (y la razón por la cual la gente de menos de 30 en Latinoamérica reconoce a éste icono de Italia). 

Aún así, Gigio (cómo se le conoce de cariño) no brillaba tanto por juntarse con celebridades, si no que lo que lo hacía especial era su carisma e inocencia, así como su reconocible voz (interpretada por Pepino Mazzullo en italiano y español) y sus rutinas, que similar a las del Chavo (del mencionado Chespirito) hicieron que varias de sus frases se quedaran grabadas en las memorias de al menos tres generaciones, cómo "¡A la camita!", "¡Mamma Mia!" y "el besito de las Buenas Noches". Por supuesto, ésta popularidad no se quedó en el mundo occidental, ya que también llegó a Japón, donde además tuvo el privilegio de saltar tanto al mundo de la animación cómo del cine.

De la mano del director Kon Ichikawa (considerado junto con Akira Kurosawa e Ishiro Honda uno de los más grandes cineastas del Japón del siglo XX) saldría en 1967 el filme anti-guerra Topo Gigio y la Guerra del Misil, en donde nuestro héroe, después de pasar una noche en vela, decide salir a caminar para despejar su mente, y sin darse cuenta se ve involucrado en un robo conectado al lanzamiento de misiles nucleares. La trama hace clara referencia a uno de los mayores temores de la Guerra Fría; el posible estallido de una Tercera Guerra Mundial con bombas atómicas. 

Dentro de la misma, Gigio se las arregla con su pequeño tamaño para frustrar los planes de los terroristas y de mandar un mensaje de paz y esperanza en una época tan particularmente paranoide y negra, similar a los que otros personajes de la época harían desde sus respectivos medios, cómo Mafalda, el mencionado Chapulín Colorado, el Silver Surfer, entre otros. Aún así, es particularmente profundo cuándo recordamos que precisamente los pueblos de Italia y Japón fueron dos de los que más sufrieron durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial debido principalmente a la participación de los regímenes fascistas que los gobernaban en esa guerra del lado de la Alemania Nazi, por lo que que una co-producción italo-japonesa infantil con un claro mensaje anti-belicista es cuándo menos un grito que dice "no repitamos el mismo error de nuevo". Y sí, aún con la simpleza del filme, es así de melancólica y cómica al mismo tiempo:


Por el otro lado, 21 años después, en 1988 Gigio protagonizaría una serie animada japonesa de 34 episodios realizada por Nippon Animation en los que el ratón italiano proviene del futuro (específicamente del año 2395) y tiene una maquina del tiempo, la cual en uno de sus viajes se descompone y termina retrocediendo 400 años al pasado, quedando varado en la Italia de 1995, donde se hace amigo de una niña humana llamada Gina y de otros cuatro ratones; Kurt, Pierre, Arnold (con quienes mantiene una relación entre amistosa y antagónica) y Mimi (de quién se enamora), con los que vive distintos tipos de aventuras. 

La serie es básica, pero tiene el corazón en el lugar corrector y seguramente será entretenida para los más pequeños. Afortunadamente, la serie fue doblada para nuestro rincón del mundo bajo la dirección del buen Luis Alfonso Mendoza (te extrañamos viejo, nadie debe irse de ésa manera), y mientras que Gigio mantiene la voz de Peppino Mazzullo, Gina es interpretada por Cristina Hernández (Bombón en Las Chicas Súperpoderosas y Sakura en Sakura Card Captors), Mimi por María Fernánda Morales (Hugo, Paco y Luis; los sobrinos de Donald en la mayoría de sus apariciones y Nala en El Rey León), Kurt por Irwin Daayán (las dos facetas de Yugi Muto en Yu-Gi-Oh! y Anakin Skywalker en la saga Star Wars) y Pierre por José Luis Orozco (Buzz Lightyear en las películas de Toy Story y Lord Voldemort en las de Harry Potter). ¡Nada mal para un pequeño ratón!

"Intro" hispano

Bonus: Piolín en una serie de... ¿Go Nagai?

Ésto será breve. Todos conocemos a Piolín, el icónico canario de los Looney Tunes, creado por el legendario Bob Clampett, desarrollado por el igualmente genial Friz Freleng y eterno rival del gato Silvestre. De la misma manera, muchos conocerán los trabajos del gran Go Nagai, creador de Mazinger Z, Devilman, Cutie Honey, entre otros, y pionero de empujar los limites del contenido violento y lascivo en las industrias de la historieta y animación japonesa (quién haya visto o leído Devilman o Violence Jack sabrá a lo que me refiero). Es por eso que para muchos será una novedad saber que Piolín tuvo una aparición oficial en una serie creada por el llamado "Tío Pervertido del Manga".

¿Cuándo, cómo y porqué ocurrió ésta curiosa colaboración?, Púes corría el año 1978 y Go Nagai creó una nueva serie dedicada al publico pre-adolescente femenino; Majokko Tickle, la cual relataba las aventuras de Tickle, una hada traviesa de entre 10 y 14 años y del tamaño de una humana que fue aprisionada en un libro mágico por hacerle trucos pesados a la gente y que es liberada accidentalmente por una niña tímida de 11 años llamada Tiko, de la cual se hace rápidamente amiga, y dada sus similitudes faciales, de nombre y de edad, se hacen pasar por gemelas. Ésta es fácilmente la obra más familiar y menos turbia que se le acredita a Nagai, quién además escribió la letra del intro y el ending. Ahora, ¿que tiene que ver Piolín con todo ésto?, Púes que para esa época los cortos de los Looney Tunes se emitían con muy buena sintonía por TV Asashi (el canal que comenzó a transmitir Majokko Tickle), y cómo resultado, Piolín se volvió uno de los personajes más populares de la franquicia en Japón si no es que el más popular, cosa que se mantiene al día de hoy. 

Es por éso mismo que bajo la aprobación de Warner Bros. el canal aplicó un interesante método de publicidad retroalimentaria: Piolín fue agregado a las distintas versiones del ending de la serie acompañando a Tickle y Tiko, ésto cómo una manera de atraer al publico de Majokko Tickle a los Looney Tunes y viceversa. Las versiones del ending con Piolín fueron exclusivas de su transmisión original y de sus retrasmisiones en los 90s, con el canario siendo eliminado para el lanzamiento en DVD de la serie. Aún así, uno de los endings, más una imagen de otro han logrado preservarse, por lo que pueden comprobar lo que está aquí escrito con sus propios ojos. 

Cómo dato adicional, la serie fue producida por Toei Company (en conjunto con Sunrise), no Toei Animation, razón por la cual su distribución es llevada a cabo por la compañía matriz y no por la rama distribuidora del estudio de animación.

"¡Me pareció haber visto visto un lindo canario!"

¡Y así termina otro recorrido por el rumbo de lo poco conocido! Espero que de verdad hayan disfrutado bastante de éste articulo, ya que ha sido uno de los que más investigación y esfuerzo me han llevado. 

Realmente es interesante ver cómo un trabajo se transforma al pasar por manos y culturas foráneas, y aunque la gran mayoría de ésta producciones tampoco son merecedoras de un Emmy o un Óscar, al menos sí merecen ser reconocidas por su esfuerzo en adaptar a varios personajes occidentales al gusto de los japoneses y (al menos en mi humilde opinión) no haber fallado en el intento. 

Díganme, ¿cual es su favorita? ¿Cuál no les gustó? ¡Los estoy leyendo!

¡Nos vemos en un nuevo texto!

©2021 Adrian Sandoval